Casi como sucedió en los años setentas, el
proyecto Big Brother ha puesto en la mesa de
discusión a la televisión. Lejos se ven las
duras
polémicas que se dieron en el sexenio de
Echeverría, cuando Emilio Azcárraga Milmo
mostró
todas sus habilidades y consiguió convencer
al
grupo Monterrey para que desistiera de su
intención de hacerle la competencia a
Telesistema
Mexicano con el creativo y siempre
memorable Canal
8, encabezado por Don Joaquín Vargas
(hombre que
mostró a carta cabal su pasión por la
televisión).
En ese tiempo Azcárraga Milmo enfrentó a
críticos
y al mismo Presidente Echeverría y ganó la
partida. Absorbió canal 8 y creó Televisa, la
quinta compañía televisora más grande del
mundo, y
la de mayor tamaño de habla hispana.
Hoy de nuevo la crítica se va encima de
Televisa.
Ya no hay frases que denuncien que la
televisión
es la caja idiota, ahora la discusión cuestiona
la
moral de la televisión.
Ya no son los grupos de izquierda los críticos,
ahora es la derecha. La polémica está viva.
Aquí el lector puede encontrar algunas
opiniones
que aportan elementos valiosos a la
discusión.
|
Opinión de: Andrés Bustamante Me parece un exceso el follón que se armó antes de
que saliera al aire Big Brother.
Veo que en la televisión abierta ya casi no hay
chance de
de experimentar, y eso la limita. Pienso que es
indispensable que se produzcan proyectos
distintos.
La idea de Big Brother es completamente humana.
Creo que la televisión está explorando formatos y
eso es interesante. Yo los apoyo.
Soy partidario de que la televisión esté
reglamentada y considero que se deben respetar
horarios de acuerdo al tipo de espectadores. Lo
importante es que programas y películas no se
censuren, sino se ubiquen en la programación de
acuerdo a perfiles y horarios.
Estoy convencido de que la televisión debe ser un
reflejo de esa nueva sociedad diversa en la que
hoy vivimos.
Andrés Bustamante
Comedi Opinión de: Guillermo González Camarena. Estoy a favor porque apoyo la experimentación de
nuevos formatos televisivos. Hoy no sabemos sí la
televisión real (espectáculos de realidad) va a
funcionar, pero es un nuevo género que hay que
explorar hasta sus últimas consecuencias.
Importante es que no se desvirtúe, como ha
sucedido con algunos talk shows (como el de Laura
de América, en el que fingen que los invitados se
golpean).
Creo que la televisión de paga ha ido ganando
espacio a la televisión abierta porque desarrolla
proyectos que se salen del modelo clásico, lo que
es interesante y no veo por qué censurarlo.
Big Brother ha despertado interés, aunque quizá
algunos se decepcionaron porque imaginaron que
sucederían cosas más fuertes dentro de la casa y
eso no ha pasado (ni pasará).
Hoy todo mundo habla de Big Brother porque el
público lo está viendo (ha tocado más de 30 puntos
de rating en televisión abierta en Canal 2).
Hablan de Big Brother lo que están a favor y en
contra, todo el mundo le hace promoción, en todas
las cadenas y todos los periódicos.
Big Brother sólo es un programa de concurso con
reglas mucho más elásticas que los formatos
tradicionales. Los concursantes están conscientes
de que son parte de un espéctaculo. Criticable es
la manipulación comercial que se hace en torno al
proyecto.
Y lo que también hay que decir es que Big Brother
(y ya Brozo antes), vinieron a despertar a la
televisión mexicana
Guillermo González Camarena
Presidente
Fundación Guil Opinión de: Javier Corral No nos engañemos, la tendencia es degradar cada
vez más la moral pública. Este tipo de programas
han tenido como objetivo la explotación del morbo,
dentro del imperio del rating que hoy domina la
disputa televisiva. En los países en los que se ha
presentado ha quedado claro que se trata del
peldaño superior en la escalada de la Telebasura.
Advierte el nulo compromiso social de quienes
detentan las concesiones en nuestro país.
Javier Corral
Senador de la República
Opinión de: Juan González Souza Creo que en el mundo de apertura que hoy vivimos
sí tienen cabida este tipo de proyectos, más allá
de que a mí me guste o no verlos.
En Big Brother se está cristalizando la discusión
de qué tan buena o no es la televisión. Ya no nos
cuestionábamos el viejo debate de hasta dónde
llega el poder constructivo o destructivo de la
televisión. Es un buen momento para volver a
polemizar sobre el asunto, picarnos la herida e
intentar hacer de la televisión algo provechoso.
El proyecto obliga a estrechar la comunicación con
la familia.
A mí lo que no me gusta es que el proyecto Big
Brother sea una copia calca de lo que se ha hecho
en otros países.
Hubiera sido interesante haberle agregado nuevos
ingredientes para que Big Brother fuera un
proyecto en el que los participantes se mostraran
más constructtivos y desarrollaran su poder
creativo (porque los mexicanos sabemos hacer
muchas cosas y tenemos un desarrollo cultural
importante, y este proyecto pudiera tener aportes
mexicanos).
El proyecto Big Brother podría haber sido más
creativo, pero es bueno porque está provocando
diálogo, discusiones, polémica y cuestionamientos.
Me parece interesante que sea materia de debate
familiar entre padres e hijos.
Ojalá que las familias más conservadoras también
lo vean y lo discutan.
Lo cierto es que hoy no podemos dar marcha atrás y
apostar por la censura.
Juan González Souza
Director de las campañas de Viana ( Opinión de: Roberto Gaudelli Yo no veo Big Brother pero estoy a favor de que
se transmita, porque no puedo ni debo apoyar a la
censura.
No tengo interés alguno en cerrar los espacios,
por el contrario, me
parece que estamos en el momento en el que se
deben abrir puertas en los medios de comunicación
para que entren los jóvenes y tengan la
oportunidad de producir ideas que resfresquen la
pantalla.
Me parece que la radio y la televisión son
cuadradas, y quizá hasta por ley deberían destinar
horarios y recursos para producir nuevas
propuestas que no se parezcan a lo que se hace
hoy.
Yo veo que la mayoría de las telenovelas que se
producen en el 2002, se parecen y mucho a las
telenovelas que vi hace 20 años, y eso muestra que
la mentalidad con la que estamos haciendo las
cosas es conservadora.
México es un país conservador, de eso no cabe
duda, y los medios son una muestra de ello. Pero
dentro de ese conservadurismo hay que seguir con
el impulso de apertura que nos está trayendo
cambios importantes para el país.
Roberto Gaudelli
Presidente y Director General Gaudelli MCB
|