|
Luz |
|
Editorial publicado en la Revista Telemundo el 03 de octubre 2022 |
|
Por José Antonio Fernández Fernández
Al adentrarse a la caverna, la luz natural desapareció poco a poco, la oscuridad hacía que los latidos del corazón se sintieran a cada momento. Sus titubeantes pasos por esa caverna fueron obligados, no tuvo opción, debía entrar para de forma delirante después salir, ese era el perverso juego. Cierto, una escena que pertenece al teatro del absurdo, pero el sentido común salva.
Cuando vivió la más tremenda oscuridad pensó que no encontraría jamás la salida, había perdido la noción del tiempo, imaginó que no lograría vencer esa especie de eterno laberinto, en el que por supuesto no quería estar. Lugar en el que reina la confusión, la ansiedad y el desánimo.
De pronto, el sonido de unas gotas que escurrían hasta el piso desde lo alto de las estalactitas de la gruta se convirtieron en la primera luz, eran la buena noticia: el aviso de que la boca de la caverna estaba cerca le dibujó una sonrisa en su rostro, ese sonido inconfundible lo escuchó justo al entrar. El golpeteo de las gotas era la luz que marcaba el camino hacia la salida.
•
En la madrugada despertó con ansiedad, corazón agitado. El teléfono celular, el móvil, estaba cerca de su hombro. De inmediato lo buscó. Al tocarlo su luz tenue proyectada por la pantalla le dio un respiro, pero quería más luz. Encendió la lámpara de noche y la luz de la recámara también, la luz le hizo sentir un bálsamo.
•
La luz al final del túnel, la luz de la lámpara de noche, la luz del móvil, las tres tienen en un momento el mismo significado: dan tranquilidad, oxígeno, una pausa, espacio a favor.
•
Son luz un guiño, una sonrisa, un apretón de manos, una palmada en la espalda. Un salud con tequila, una mano extendida, un plato que llega a la mesa, un asiento que se cede, una invitación a comer, un beso, una caricia, un cielo estrellado, una luna llena, unos mariachis abriendo la noche con El Son de La Negra, una bandera ondeando, los boletos de un espectáculo, cuando el telón se levanta, prender la tele, mirar los mensajes recibidos en el móvil, entrar a la sala de cine y que se oscurezca avisando que está a punto de proyectarse la película. Son luz unos tacos sudados, pagar una deuda, cerrar un trato, hacer una factura, recibir un depósito, contemplar las olas del mar y escucharlas, niñas y niños corriendo, las luces del concierto, los aplausos, la algarabía, tener en la memoria consejos, la cercanía de la familia, heredar buenos sentimientos, abrazar, ver volar un colibrí, observar cómo el palomo abre el pecho y le canta a la paloma para conquistarla, el canto del gallo al amanecer, cuando el auto enciende, llegar al trabajo, viajar a la playa, nadar en el mar, hacer chuza en el boliche, saborear el mole calientito, el amor.
•
Luz es todo eso que nos da felicidad, un brillo que nos guía, que nos hace ser mejores, más sensibles, más cordiales, con los sentidos más alertas para valorar más el mundo que nos toca vivir. Más autocríticos (J.A.F.)
|
|