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Por José Antonio Fernández F.
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Roy Campos es el encuestador de
políticos y campañas
políticas más famoso de la televisión y de México.
Es la cabeza de Consulta Mitofsky, también la marca de encuestas más
famosa de nuestro país.
Como ningún otro encuestador mexicano ha comprendido que cada encuesta,
cada resultado y cada porcentaje encierra una historia emocionante, a veces dramática,
de victorias y derrotas, que hay que contarla al televidente justo así:
como una historia. Los datos son fríos, la gracia es cómo contarlos.
La palabra Mitofsky es hoy sinónimo de encuesta. Consiguieron Roy Campos
y sus socios posicionar a Mitofsky como el nombre de las encuestas, como lo es
Kleenex para los pañuelos desechables y Bimbo para el pan de caja.
Cuando políticos, intelectuales,académicos e interesados en la
política escuchan la palabra Mitofsky, saben que escucharán una
encuesta y se enterarán quiéntiene posibilidades de ganar un puesto
público.
Roy campos estudió Matemáticas en la UNAM. Fue por años
Director de Encuestas del INEGI. Un buen día consideró independizarse
y formar su propia compañía encuestadora. Dio el gran golpe cuando
estableció una
alianza con Warren Mitofsky, el inventor de las encuestas de salida, método
que llevó a encuestas y a encuestadores a convertirse en protagonistas
de televisión el día de las elecciones justo en el momento de mayor
adrenalina: cuando cierran las casillas a los votantes. Que es cuando el nerviosismo
acorrala sentimientos y ambiciones y todo mundo quiere conocer los resultados.
Todos quieren saber el nombre del ganador antes de que sea oficial. Comen ansias.
Las encuestas de salida son muy atinadas. Mitofsky tuvo una idea genial: en vez
de preguntar al votante en la fila de la casilla electoral por quién votará,
ideó preguntarle por quién votó justo cuando va saliendo
de votar, lo que eleva al cielo la confiabilidad de la encuesta. Por eso las
encuestas de salida consiguen adelantar resultados. Difícilmente se equivocan.
Aunque, por supuesto, siempre hay que tomarlas con reservas porque no son resultados
oficiales, y más cuando indican una
votación muy cerrada.
Televisa contrató a Roy Campos para que diera por primera vez en la historia
de la televisión
mexicana encuestas de salida en vivo. Fue para la elección de 1997, cuando
Cuauthémoc Cárdenas ganó con el PRD el gobierno del Distrito
Federal y abrió el camino para que la oposición al PRI sintiera
que sí podía vencer al viejo partido.
En la entrevista, Roy Campos, matemático que ha aprendido y desarrollado
dotes de comunicador -es un hombre con el don de la elocuencia que piensa siempre
en el público
que lo escucha-, cuenta el por qué registró el nombre Mitofsky
como marca y cuál fue su relación
con Warren Mitofsky. Además revela consideraciones muy útiles para
comprender hasta dónde pueden ser
confiables las encuestas, los cuidados que deben tener los votantes al conocerlas
y qué no pueden hacer los políticos con
los resultados obtenidos.
José Antonio Fernández: Eres el encuestador más conocido
y reconocido de México. Sin duda.
¿Por qué decidiste lanzarte a la fama en televisión? Y no
te lo pregunto de manera frívola, formulo así la pregunta
porque tu fama como encuestador es
un hecho.
Roy Campos: Al final de cuentas hay cosas que
uno no las planea. Esto que me dices no fue planeado, es algo que llegó.
De formación soy matemático de la UNAM. Para nada tenía
que ver ni con la política
ni con los medios de comunicación. Mi carrera no estaba destinada ni a
la política ni a los medios.
La vida me fue llevando. Trabajé en el INEGI como Director de Encuestas.
Ahí asesoré a áreas del poder político para que hicieran
sus encuestas. A la Presidencia, en específico.
En 1997, por una circunstancia de amistad que yo tenía con Warren Mitofsky,
Televisa nos contrató para hacer por primera vez en México para
la televisión
encuestas de salida. Desde entonces me acerqué a los medios y aquí me
quedé. No fue una decisión planeada. Fue el trabajo lo que me acercó a
los medios.
José Antonio Fernández: No es fácil conectar con el público
y tú lo has conseguido. ¿Trabajas para que esa conexión
con el público
sea más efectiva?
¿Cómo te manejas ante el público hoy que ya eres consciente
de que tienes esa fama pública?
Roy Campos: El ser famoso es temporal, y uno busca
no ser temporal. Acepto que tengo una fama pública, todos tenemos una fama pública.
Los que trabajamos en medios sabemos que tenemos que cuidar esa fama. Yo sí trabajo
en ese sentido. Mantengo una página de internet de Consulta Mitofsky en
la que damos a conocer todo el tiempo información nueva que surge de nuestras
encuestas. Estoy en las redes sociales dando información todo el tiempo.
Entiendo que tener fama pública genera responsabilidad. Esto para mí significa
que no puedo traicionar lo que quiero decir. Yo debo transmitir imparcialidad,
y sé que es muy difícil
dar una encuesta siendo imparcial.
Si doy a conocer una encuesta sobre la opinión que tiene la gente sobre
el Presidente, no estoy dando mi opinión. Sin embargo, es fácil
que la gente me diga que ataco al Presidente si la encuesta que divulgo no le
favorece. Yo tengo que ser muy claro para que la gente comprenda cuál
es mi opinión personal y
qué es lo que dice la encuesta. Son dos cosas distintas.
El buen encuestador no es el que se vuelve vocero de ninguna postura, sino quien
es vocero de los números obtenidos en la encuesta que él mismo
hizo, junto con todo su equipo de trabajo, por supuesto.
José Antonio Fernández: Tú, como Roy Campos, das tu opinión
en forma cotidiana. ¿Por qué te arriesgas a dar tu opinión?
Roy Campos: Dar mi opinión en los medios es una faceta nueva para mí.
Yo era sólo encuestador hasta el 2006. Las opiniones que llegaba a dar
eran siempre sobre hacia a dónde se podían mover los números,
pero no decía lo que yo pensaba de partidos y políticos.
A partir del 2006 se me abrieron espacios. Hoy tengo un espacio permanente que
me abre Joaquín López-Dóriga en su programa de Radio Fórmula,
en La mesa de los miércoles. Y también aparezco dando mi opinión
en ForoTV los martes. Ahí no presento las encuestas que realizamos, ahí soy
opinador.
Me arriesgo a opinar porque separo mis dos labores. Con López-Dóriga,
luego de más de 210 programas, jamás hemos presentado en La mesa
mis encuestas, porque no quiero que se mezcle lo que dicen los números
con lo que digo yo.
José Antonio Fernández: Observo que lo que haces te gusta mucho,
y me refiero a que te veo gozar cada vez que das las encuestas por televisión.
Lo disfrutas. ¿Mi percepción es correcta?
Roy Campos: En mis presentaciones sé que expongo lo que digo de
tal forma que proyecto pasión
por mi trabajo, y eso puede hacerme convincente. Y es que sí tengo pasión
por mi oficio de encuestador. Me gusta. Nunca trato de quedar bien con quien
me hace una pregunta, pero sí explico con detalle mi postura y lo que
veo.
Yo trabajo las 24 horas del día. Soy un gran apasionado de mi trabajo,
tanto de la parte estadística, que es mi formación original, como
de todo lo que es la aplicación de los resultados.
No sólo hago encuestas de política, también de fútbol,
de vanidades, de sexo y de muchos temas. Me apasiono mucho por el dato y trato
siempre de interpretarlo y dar información adicional.
Cuando estoy en los medios, mi reto es cómo volver interesante para el
espectador algo tan árido como pueden ser los números.
En radio es todavía más complicado porque no hay imágenes
gráficas de apoyo y yo debo cuidar que el público no se pierda.
Cada vez que doy a conocer una encuesta en radio o televisión, quiero
que la gente escuche una historia que le sea atractiva. La emoción que
proyecto en los medios es porque siempre busco encontrar la manera de transmitir
esos números aparentemente fríos de las encuestas.
José Antonio Fernández: ¿Qué te ha dejado la televisión
a lo largo de todos estos años?
Roy Campos: La televisión la conozco desde niño. Mi papá,
Roy Campos Patterson, es locutor. Él tenía un noticiero de televisión
en Culiacán y programas deportivos. Sigue en activo como locutor en radio.
Una de las cabinas de su estación lleva su nombre.
Por mi historia familiar, no me son ajenos los medios.
La televisión me ha dado amigos. Tengo hoy muchos amigos periodistas.
Con orgullo digo que me siento amigo de Joaquín
López-Dóriga, a quien admiro muchísimo. Lo veo trabajar
fuera de cámaras y es un periodista
que sabe manejarse muy bien.
José Antonio Fernández: ¿Mitofsky
nace con Roy Campos?
Roy Campos: Mitofsky de origen es el nombre de
una persona, no de una compañía
internacional.
Yo conocí a Warren Mitofsky en 1992. Empecé a trabajar con él
en 1995. Desde ese año hasta que murió, en septiembre de 2006,
trabajamos cerca muchas veces.
Warren Mitofsky fue el inventor de las encuestas de salida en las elecciones.
A él se le ocurrió algo
aparentemente sencillo.
Dijo: para qué le preguntamos a la gente en la fila de la casilla electoral
por quién van a votar, mejor preguntemos a la salida por quién
voto, y entonces no nos equivocamos.
La diferencia es grande: una cosa es preguntar por quién piensa votar
y la otra es muy concreta: ¿por quién votó?
Las encuestas de salida revolucionaron el concepto de los resultados de las encuestas.
Mitofsky era un genio de la estadística. Me identifiqué con él
porque también
soy estadístico.
José Antonio Fernández: ¿Mitofsky fue tu socio?
Roy Campos: No, Warren Mitofsky nunca fue mi socio.
Hacíamos alianzas.
Vino a México como
el creador de estas técnicas, de las encuestas de salida.
Aprendí mucho de él. Mitofsky ganaba dinero con las encuestas de
salida que hacíamos para Televisa. Su utilidad era sobre ese trabajo.
Mitofsky tenía su empresa en Estados Unidos, Mitofsky International, y
yo la mía en México. En ocasiones yo también iba con él
y le ayudaba.
Cuando yo en 2000 me doy cuenta que el apellido Mitofsky era el que identificaba
mi trabajo de las encuestas, que los medios empezaban presentándome
primero como Consulta Mitofsky, y después simplemente como Mitofsky, antes
de decir Roy Campos, decidí registrar
como marca Consulta Mitofsky, aunque el nombre fiscal de mi empresa es Consulta,
S.A. de C.V.
Consulta Mitofsky es hoy una marca registrada por mí.
José Antonio Fernández: Me da la impresión de que la palabra
Mitofsky tuvo éxito en parte porque le da un cierto aire científico,
que de entrada le otorga
credibilidad. ¿Coincides?
Roy Campos: En términos de mercadotecnia
el nombre Mitofsky se ha vuelto muy positivo. Ya hasta juegan con el nombre.
Sé que Mitofsky hoy es sinónimo de encuesta, en particular tengo
la impresión de que la terminación osky es la que le da el sinónimo
de encuesta.
Hay gente que cree que debo tener información de todo tipo. Por eso si
entras a nuestro sitio encontrarás encuestas de todo tipo, no sólo
políticas, como una que publicamos acerca de si a las mujeres les gustan
los hombres pelones o los de pelo largo.
Hay gente que nos reclama por no tener encuestas de algún municipio.
José Antonio Fernández: Podrías haber
sido funcionario toda tu vida, pero decidiste poner tu empresa encuesta encuestadora.
¿Cómo tomaste esa decisión de vida que te llevó finalmente
a la iniciativa privada?
Roy Campos: Yo estaba bien como funcionario público.
Como te comenté,
era el Director de Encuestas del INEGI. Tenía en mi área 800 colaboradores.
Oficinas en todos los estados. Trabajaba en diseño de encuestas
gigantes. Hacía viajes internacionales para conocer cómo aplican
encuestas en otros países.
Mi trabajo era muy interesante, muy acelerado y muy productivo.
Trabajaba mucho. Fue muy motivador para mí estar en el INEGI.
La idea de poner una encuestadora nació en París, en un viaje que
hice para una reunión
de la OCDE. Una de las noches, al terminar las reuniones de trabajo, yo no tenía
nada que hacer y me fui solo a cenar. Como no hablo francés, solo en el
restaurante me puse a diseñar la idea de una empresa encuestadora.
Al regresar a México les dije la idea a Juan Carlos Cervantes y a Marcelo
Ortega, quienes eran mi Subdirector y mi Jefe de Departamento en el INEGI. Mis
cercanos. Me escucharon y todos dijimos: vamos a entrarle.
José Antonio Fernández: ¿Quiénes
fueron los clientes iniciales de su encuestadora?
Roy Campos: La compañía encuestadora tardó un año
y medio en madurar. En 1995 que la fundamos, tuvimos un sólo cliente.
En 1996 conseguimos dos. A finales de 1996 nos cayó un cliente que nos
permitió comprar una computadora, porque aunque se escuche como algo imposible,
estuvimos casi dos años sin computadora haciendo encuestas. Al principio
no tuvimos sueldo. La compañía encuestadora prendió en 1997.
Nuestros primeros clientes fueron mis colegas encuestadores. Nuestro primer trabajo
fue de supervisión para Conapo de una encuesta que hizo Berumen, sobre
métodos anticonceptivos. Gallup también nos contrató. Después
llegó la Jefatura del gobierno del Distrito Federal, hasta que Televisa
nos
contrató en 1997 para difundir las famosas encuestas de salida inventadas
por Mitofsky.
José Antonio Fernández: ¿Cuándo le ponen el nombre
Mitofsky a la compañía encuestadora?
Roy Campos: Hasta 2001.
José Antonio Fernández: Tienes buen olfato para la mercadotecnia
y para los negocios, sin duda. ¿Ayudó el nombre Mitofsky para que
creciera la empresa encuestadora?
Roy Campos: Para la mercadotecnia reconozco que tengo cualidades, pero
no para los negocios. Lo cierto es que no soy buen empresario,
no es mi fuerte.
Sí soy bueno para hacer grandota una idea, hacerla circular y que se posicione.
Para eso sí soy bueno. He aprendido cómo hacerlo en mi trabajo
de encuestador.
El nombre Mitofsky sí prendió. Incluso ha habido reuniones en las
que me presentan como el señor Roy Mitofsky. Me han llegado correos de
gente racista porque creen que soy judío, y sí los
acuso. No soy judío. Rechazo cualquier discrimanción.
José Antonio Fernández: ¿Qué tantas técnicas
han desarrollado ustedes en México para aplicar encuestas, aún
después de fallecido el señor Warren Mitofsky?
Roy Campos: Nosotros generamos muchas ideas en
México que Warren
Mitofsky llevó en su momento a Estados Unidos y aplicó. Siempre
nos dio crédito con
su gente.
Cada exit poll, cada encuesta de salida que aplicamos, viene con una mejora.
Eso es permanente.
Por cierto, este 2010 es un reto para nosotros, porque nunca habíamos
tenido en un mismo día tantos estados con elecciones. Son doce estados
para el mismo día. Es un reto grande.
José Antonio Fernández: ¿Estás de acuerdo con las
restricciones que impone la ley electoral mexicana, en cuanto a que no se pueden
difundir encuestas el mismo día
de la elección, y no me refiero a las encuestas de salida?
Roy Campos: Tocas un gran tema de discusión te doy mi postura:
yo personalmente no quisiera que se limitara nada y a nadie. Soy totalmente liberal
en ese sentido. Me gustaría que fuéramos como Brasil o Estados
Unidos, países en los que el mismo día de la elección se
dan a conocer encuestas todo el tiempo y a cualquier hora, antes y después
del cierre de las casillas de votación.
Sin embargo, también entiendo la legislación mexicana. Prohíbe
las campañas tres días antes de la elección. Por eso acepto
que las encuestas tampoco puedan difundirse por ley en esos tres días
de período de silencio.
Si a los políticos se les prohíbe hacer proselitismo en esos tres
días, está bien que tampoco se divulguen encuestas porque muchas
de ellas estarían siendo pagadas por lo políticos. Importante es
que no se haga trampa. Si son tres días de silencio, apoyo que sea parejo
para todos...
Más respuestas
de Roy Campos
(respuestas relacionadas con la ley electoral y sus restricciones)
• No estoy de
acuerdo con las restricciones que hay en algunos de los estados de la República
en relación a las encuestas. Por ejemplo,
algunas leyes estatales obligan a entregar las encuestas de salida al instituto
electoral estatal antes de darlas a conocer a la opinión pública.
Eso es absurdo. Cuando un medio de comunicación nos contrata para realizar
encuestas de salida, como puede ser Televisa, es porque quiere tener información
exclusiva. Por eso es absurdo que ellos, los partidos, quieran tener primero
los resultados antes de que los conozcan los televidentes.
• El Instituto Federal Electoral pide que cada
encuesta publicada envíe
al IFE su metodología. Nada más. No obliga a que las encuestadoras
estén registradas con anterioridad. Quien tiene una encuesta de salida
la puede dar a conocer luego del cierre de casillas en el momento que quiera.
Si los resultados de las encuestas no se publican, la compañía
encuestadora no está obligada a enviar ningún tipo de reporte
al IFE.
• El IFE debe tener en sus archivos documentos
falsos de empresas que han hecho encuestas falsas. Sé que deben existir
esas encuestas falsas con resultados falsos. Comprobar que son falsas es prácticamente
imposible.
• Sólo en períodos electorales es
cuando el IFE exige reporte de encuestas con metodología. Antes todo
mundo puede hacer sus elucubraciones y sus inventos sin necesidad de entregar
ningún reporte de metodología
al IFE.
• Son malas ideas las prohibiciones que hay en
los estados de Quintana Roo y Yucatán. Prohíben expresamente difundir cualquier tipo de encuesta
electoral (local) antes de que arranque el proceso electoral. Lo que intentan
ellos es quitar inequidades o trampas y que alguien muy poderoso publique encuestas
diciendo que está arriba, cuando no es así. Pero estas prohibiciones
chocan con el principio de libertad de expresión y libertad de prensa. ¿Por
qué una televisora no puede informar cómo va la competencia política?
• Si a mí me preguntas qué ley electoral quisiera, te diría
que me gustaría que la ley de IFE, la federal, se aplicara parejo a
todos los estados. La del IFE es la mejor hecha. Y si le quitaran el ayuno
informativo de los tres días, todavía mejor. Aún con esos
tres días la acepto sin problemas, porque no restringe la creatividad,
ni la metodología. La ley federal, la del IFE, sólo pide: dime
dónde y cómo aplicaste la encuesta. Nada más.
• Imagínate que algunos estados piden fianza a las empresas encuestadoras,
lo que es un absurdo mayor. Dicen que es para que las compañías
encuestadoras no se equivoquen, lo que es una premisa totalmente equivocada.
• Las encuestas no pronostican. Los partidos con
sus candidatos pueden rebasar al final, en los últimos días o en las últimas
horas.
• Las encuestas no son exactamente un retrato
del momento. Es imposible que pronostiquen. Las encuestas generan escenarios.
Lo explico así:
cuando juegas a la ruleta, tienes la mitad de posibilidades que salga non y
la otra mitad que salga par. No estoy diciendo cuál va a ganar, sólo
digo las probabilidades.
• Hicimos una encuesta sobre la felicidad del
mexicano. Sorprende saber que...
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1. Hicimos una encuesta
sobre la felicidad del mexicano. Sorprende saber que el mexicano se queja
por todo, pero al mismo tiempo dice que es altamente feliz.
2. Si una encuesta dice que un candidato va ganando
por 4 puntos, lo único
que esa encuesta te está diciendo en realidad es que un candidato tiene
más
probabilidades de ganar. Nada más.
3. Nunca una encuesta puede decir que un candidato
no tiene posibilidades de ganar. Si un candidato tiene pocos puntos en una
encuesta, digamos dos contra 30 de los otros dos, lo único que dice
esa encuesta es que el candidato que lleva dos puntos es el que tiene menos
posibilidades de ganar.
4. En el 2006 me preguntaban si Madrazo tenía
posibilidades de ganar, o no. Y yo respondía: sería muy soberbio
que una encuesta dijera que no puede ganar un candidato. Eso es imposible,
y menos aún
tratándose
de un partido, como el PRI, que ha sido tan poderoso en México. Lo que
sí podía
decir en el 2006, era que Madrazo tenía menos posibilidades de ganar
que López Obrador y Calderón.
5. Las encuestas generan escenarios. Más que
ser fotografías,
yo veo a las encuestas como radiografías. Una encuesta es una radiografía
del momento que la tomaste, lo que significa que necesita una interpretación
para leerla.
6. Me preguntas si una encuesta puede hacer cambiar
el resultado de una elección.
Te respondo: para empezar, es una pregunta muy bien hecha. Yo la formulo de
una manera similar cuando doy pláticas. Cuestiono así: ¿creen
que la difusión de una encuesta puede cambiar la intención de
voto? Mi respuesta es: no.
7. Considero que la publicación de una
encuesta no provoca cambios en la intención de voto. Sin embargo, sí creo
que una encuesta puede hacer que se modifique el resultado. Pareciera que estoy
diciendo un enredo, una aparente incongruencia, pero me explico: una encuesta
genera en sí misma
una modificación de la dinámica de una campaña.
Ejemplifico: cuando se da a conocer una encuesta y un partido va muy abajo,
resulta lógico que ese partido, al ver que tiene posibilidades de ser
derrotado, haga cambios en su estrategia. De hecho, cuando se publican encuestas,
los políticos
mandan a hacer sus propias encuestas para confirmar resultados
que dio alguna encuesta que sorprendió a
todos.
8. Cuando una encuesta marca bajo a un candidato,
su equipo de trabajo y el mismo candidato no trabajan con muchas ganas. Los
medios poco caso hacen a los candidatos que marcan abajo en las encuestas.
En este sentido, sí las
encuestas pueden terminar influyendo en la intención del voto, por todo
lo que provocan. También resulta que cuando se sabe por una encuesta
que un candidato tiene pocas probabilidades de triunfo, los apoyadores se alejan
y buscan a quienes ven como posibles ganadores.
9. La publicación de encuestas sí influye
incluso hasta en los proveedores de los clásicos artículos publicitarios
de campaña.
Es más fácil que le fíen a un candidato que va arriba
en las encuestas, a que le den crédito
a un candidato que va muy abajo. Al que va abajo incluso le pueden pedir que
pague de contado gorras, espectaculares, camisetas y demás.
10. Cuando se da a conocer una encuesta, sí se
genera toda una dinámica
dentro de las campañas que puede mover las preferencias electorales,
pero la encuesta no mueve por sí misma la intención del voto.
Te puedo decir que nadie, nadie, guía su voto por una encuesta.
11. Me preguntas por qué creer en las encuestas
de las campañas
políticas. Te respondo así: a las encuestas debes creerles
poco, es el principio general. Primero que nada, debes saber quién
pagó una
encuesta. Es clave que conozcas el dato del que pagó. Y te aclaro: si a mí me
manda a hacer una encuesta un partido u otro, el resultado seguirá siendo
el mismo. Es decir, yo no hago resultados al gusto del que paga, yo realizo
la investigación y doy los resultados obtenidos con base en nuestras metodologías.
Ahora bien, te digo que es importante saber quien pagó
la encuesta, porque la difusión
de la encuesta dependerá de
quién
la pagó. Esto significa que los políticos y los partidos que
pagan las encuestas son los únicos que pueden autorizar
si una encuesta se da a conocer a la opinión pública,
o no. Obviamente, sólo dan a conocer encuestas cuando van ganando. Y
te digo algo más: en ocasiones, si van ganando pueden guardar el resultado
de esa encuesta por estrategia.
12. Por contrato firmado con la compañía encuestadora
(al menos nosotros así lo hacemos en Consulta Mitofsky), políticos
y partidos no pueden cambiar los resultados de una encuesta. Si lo llegaran
a hacer, nosotros de inmediato los desmentimos. Ha sucedido.
13. Todas las encuestas publicadas por un político
o por un partido político,
deben entenderse como parte de su estrategia de comunicación,
de su propaganda, de su estrategia publicitaria.
14. Sigo respondiendo a tu pregunta de si se debe
de creer o no en el resultado de una encuesta: cuando una encuesta es publicada
por un político
o un partido político, el ciudadano debe entenderla
como una promesa de campaña ofrecida dentro del
discurso de campaña de ese candidato o partido. Por eso las encuestas
encargadas por los medios de comunicación, por televisoras, radiodifusoras
y periódicos,
son tan importantes, porque justamente son encuestas que dan a conocer los
resultados vaya ganando, quien vaya ganando. La intención de televisoras, radiodifusoras
y periódicos,
es ser noticia.
15. Las compañías encuestadoras nunca
podemos publicar todo lo que dice una encuesta, porque eso lo decide quien
paga la encuesta. Por ejemplo, en este momento tenemos
datos de 8 estados en los que habrá elecciones, pero sólo
publicaremos los resultados de tres.
16. En 1997, Televisa descubrió que las encuestas
son noticia, que generan nota. Una encuesta da una idea de carrera, de cambio.
Da elementos para comentar y dar nuevas explicaciones de las promesas de campaña
y de especular lo que la gente quiere. Una encuesta abre un campo muy bonito
de información, por eso las televisoras invierten en hacer sus propias
encuestas.
17. Ahora, si me preguntas si hay que creerles o no
a las encuestas que presentan televisoras, radiodifusoras y periódicos,
yo te diría:
hay que escucharlas. Hay que interpretarlas. Importante es considerar que no
fueron pagadas por los políticos, sino por las televisoras o los periódicos.
Por supuesto, el espectador está en su derecho de dudar sobre el resultado
que le presenten. La clave es comprender que las encuestas que dan televisoras
y periódicos
se lanzan a la opinión pública como noticias, no como promesas de campaña.
18. Sabemos que los ciudadanos tienden a creer en las
encuestas que más
se parecen a su forma de pensar. Ojo: eso no quiere decir que sean encuestas
que necesariamente pongan adelante a su candidato. Si el ciudadano percibe
que la encuesta no refleja lo que piensa, en ese momento empieza a dudar de
los datos publicados. Te doy ejemplos: si presento una encuesta en la que el
85 por ciento opina que la insegurirdad es un grave problema en México,
te aseguro que todos quedan contentos al saber los resultados. Pero si revelo
el resultado de apoyo al Presidente, en el que el 50 por ciento apoya a Calderón
y el otro 50 por ciento no, entonces los dos grupos se enojan y no le dan credibilidad
a la encuesta.
19. Te reitero que quien paga una encuesta tiene derecho
a vetar los resultados y puede encerrar los datos obtenidos en un cajón
de por vida. Lo que no puede hacer, es mover los resultados. Ya hemos publicado
desplegados para negar datos publicados que no corresponden a los resultados
de nuestras encuestas (es decir, que fueron publicados y que no coinciden con
los resultados verdaderos obtenidos por nosotros). Me pasó en Aguascalientes
en alguna ocasión.
20. Una encuesta tiene en promedio 50 preguntas. Damos
a conocer sólo
diez de las cincuenta a la opinión pública. El resto pueden ser filtros que
nos aseguran la confiabilidad. Una encuesta genera muchísima información
que sirve para hacer una muy buena estrategia de campaña.
21. Cuando un partido político encarga una encuesta,
lo que menos ve es el resultado de la preferencia electoral. Lo que más
ve es qué quiere
la gente, si hace bien su análisis puede ganar con una buena campaña
esa preferencia electoral. Es decir, con los resultados de una encuesta
el candidato puede saber por dónde y cómo establecer comunicación
con el electorado.
22. Sí hay políticos de todos los niveles
que no hacen encuestas, tanto en México como en el extranjero. Sienten
que ya tiene tips de qué hay
que decir. Algunos se ahorran “utilizando” publicidad hecha por
otros candidatos en otros países.
23. Las encuestas sí se volvieron ya parte del
escenario de las campañas
políticas.
Si hoy decimos: Peña Nieto tiene posibilidades de
ser Presidente, en ese momento surge la pregunta, y ¿cómo van
las encuestas? Es muy raro el político que no tiene a la mano una encuesta.
24. Los políticos siempre están viendo
las encuestas. Si hoy apareciera una encuesta ubicando a López Obrador
con 30 puntos de preferencia para ganar la Presidencia, de inmediato otros
políticos
mandarían a hacer
sus propias encuestas para averiguar qué tan cierta es esa encuesta
que causó sorpesa. Cuando ese tipo de resultados sorpresa se dan, es algo bueno
para las compañías
encuestadoras porque nos llueven solicitudes de encuestas de todos lados.
25. Cuando otros encuestadores publican resultados
y generan controversia, yo no me enojo, por el contrario. Si dan otros resultados,
a mí me genera
chamba.
26. Los publicistas, los estrategas de comunicación
de las campañas
políticas,
hoy en día se apoyan mucho en las encuestas.
27. Los publicistas tienen influencia en la comunicación
del gobierno, no en la gestión del gobierno. Es el gobernante el que
decide qué hace
o no con su gobierno en términos reales. El cómo comunicar esas
intenciones o acciones de gobierno y cómo
provocar reacciones positivas, es el trabajo del publicista, del estratega
de comunicación.
28. En las funciones de gobierno, ni las encuestas
ni los publicistas se meten.
Otras 9 respuestas de Roy Campos
publicadas en exclusiva por Canal100.com.mx
José Antonio Fernández: A
nivel mundial observo que hay muchas elecciones muy cerradas. ¿Qué pasa
en el mundo, según tu experiencia, que estamos viendo resultados
tan cerrados?
Roy Campos: Primero considero que no hay que extrapolar
el resultado electoral para explicar lo que el ciudadano quiere. Cuando el
ciudadano vota, quiere que ese partido gobierne con absoluta mayoría.
Lo que está dividido
hoy es el conjunto de la población.
Es normal ver resultados electorales
divididos y competencias cerradas en épocas de crisis, en tiempos
de cambio.
Hoy, por ejemplo, todo
el mundo está descontento con
la crisis mundial y sus efectos. Cuando se dan las crisis es común escuchar
la frase: los políticos
no funcionan. Y entonces no hay nadie que domine el escenario político.
En México vivimos esa polarización en el 2006,
que todavía no se cura.
José Antonio Fernández:
Cuando yo era un niño,
al menos en mi familia existía la idea de que poco a poco se irían
dando las cosas. Que había que prepararse y luego salir a trabajar,
para que con los años se cosecharan
frutos. Creo que esa idea era la que dominaba en muchas familias. Hoy percibo
que hay ansiedad entre la población porque existe el deseo de
que las cosas se den casi de inmediato. No existe más esa idea del poco
a poco.
Percibo mucha exigencia de los ciudadanos.
Pienso que la sociedad está muy
ansiosa. Si esto sigue como va, me da la impresión de
que en poco tiempo no habrá, o no hay, político que satisfaga
las expectativas de los ciudadanos.
¿Tus encuestas te indican algo de
lo que te planteo, de esta sociedad actual ansiosa?
Roy Campos: Así como lo planteas no lo
he preguntado, pero sí hacemos encuestas para averiguar los estados de ánimo
con los que vivimos. Esto puede dar pistas a tu pregunta.
Cada año preguntamos al mexicano cómo se siente. Te puedo decir
que a lo largo de este Siglo XXI, de esta primera década, ha ido bajando
el ánimo de la población. Coincido en lo que me dices.
La gente es menos paciente hoy porque la crisis ha sido fuerte.
Lo que sucede es que antes quien lograba ser profesionsita, en su familia
dejaban de preocuparse por esa persona porque sabían que tendría una
vida laboral y económica estable. Y eso le traería muchos beneficios.
Eso no sucede así hoy. Actualmente puedes estar muy bien preparado
y no tener empleo ni expectativas.
José Antonio Fernández: Según tus encuestas, ¿somos
felices los mexicanos?
Roy Campos: Fíjate que sí. El
mexicano se declara feliz. Pero hay algo paradójico en la felicidad
del mexicano. Si le preguntas por el gobierno, te dice que es malo. Por los
servicios de salud, también opina que son malos, al igual opina en negativo
si lo cuestionas sobre seguridad, economía y cualquier tipo de servicio
recibido. Todos dicen que están pasando por tiempos difíciles
o muy difíciles. Sin embargo, el mexicano se califica
en promedio como altamente feliz.
Esta respuesta sobre la felicidad del mexicano me ha llevado a hacer varios
estudios para averiguar por qué es feliz. He preguntado sobre la felicidad
del sexo, la de la amistad y demás. Lo que te puedo decir es que la
felicidad del mexicano tiene muy poco qué ver con el asunto económico,
y tiene mucho que ver con la salud, la familia y los amigos.
Mientras que el mexicano tiene salud y su familia y sus amigos también,
y mientras que el mexicano puede estar con su familia y con sus amigos, se
siente feliz. Si el mexicano está con su familia el fin de semana, siente
que las cosas mejoran. La salud, la familia y los amigos son tres asuntos mucho
más importantes para el mexicano, que el dinero.
José Antonio Fernández: ¿Cuál
crees que deba ser el papel de la televisión en las elecciones?
Roy Campos: Se ha cuestionado mucho el papel
de la televisión
en tiempos electorales. Pienso que la televisión debe ser el foro.
No le deben quitar la importancia que tiene.
Un candidato no puede visitar en campaña 25 millones de viviendas. Es
imposible. La forma más rápida para que las personas ubiquen
quién
es y qué quiere hacer con su municipio, con su estado o
con el país, es aparecer en televisión.
La televisión debe de ser el escenario en el que los candidatos
y los partidos se muestren al electorado.
Ahora bien, considero que la televisión no debe ser únicamente
el foro para los spots. La televisión debe producir programas de debate,
de opinión, de entrevistas, en los que los ciudadanos conozcan más
a los candidatos.
José Antonio Fernández: ¿Estás
de acuerdo con la regla que prohíbe pagar spots políticos en
televisión
o crees que debería de quitarse esa restricción?
Roy Campos: Entiendo a los que no aceptan el
no poder pagar, pero también comprendo a los que están a favor de que se
pueda pargar publicidad política en televisión. Considera que el poder pagar
spots también
fue un factor clave que en un momento dado equilibró las fuerzas políticas.
Vicente Fox compitió pagando
y así se
abrió cancha.
Y es que no es sencillo competir con alguien que lleva 5 años en
el poder y está en boca de la opinión pública todos
los días.
Si tú hoy
quieres ser candidato, te será muy difícil.
Te lo digo así: Fox nunca hubiera alcanzado a Labastida y Calderón
jamás
habría alcanzado a López Obrador, si no hubieran podido
pagar spots en televisión que les diera fama pública. El pagar
emparejaba la cancha y permitía exponer posturas.
Entiendo que también hubo abusos.
Con lo que definitivamente no estoy de acuerdo, es con las prohibición
de las encuestas negativas. Te lo digo así: las encuestas negativas
deben existir por principio elemental. Un candidato en su campaña
debe decir el por qué hay que votar por él y el por qué no
hay que votar por su competidor. Si no hay esa información negativa,
pues cada candidato habla sólo de sus cosas buenas, y ya se acabó ahí la
información. Eso es absurdo. Termina
ganando quien mejor habla de sus cosas buenas.
José Antonio Fernández: ¿Televisa es socio de Consulta
Mitofsky?
Roy Campos: No lo es, ni siquiera me contrata
en forma permanente. Yo les hago las encuestas de salida, nada más.
Tengo un contrato de exclusividad con Televisa para las encuestas de salida.
Somos
felices en Consulta Mitofsky trabajando para Televisa. Nos gusta hacerlo.
José Antonio Fernández: ¿Quiénes son hoy los
socios de Consulta Mitofsky?
Roy Campos: Murió Juan Carlos Cervantes y quedamos como socios
Marcelo Ortega y yo. Nadie más.
José Antonio Fernández: ¿Te
ves siendo encuestador toda tu vida, como lo son los médicos, los
abogados, los ingenieros?
Roy Campos: Me gustaría, pero vendrá una nueva generación
que me empuje hacia afuera y seguramente la tecnología me rebasará.
José Antonio Fernández: Yo te felicito
porque has inaugurado una nueva forma, muy imaginativa, de manejar este
nuevo oficio de ser encuestador.
Roy Campos: No voy sólo en esto. Están también,
además
de mi socio, por supuesto, María de las Heras y otros más.
En esto vamos varios.
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