En México no existe y no ha existido nunca una política de medios públicos
Publicada en la Revista
no. 92 el 14 de diciembre 2006
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Por José Antonio Fernández F.
Lidia Camacho cruzó completo el sexenio de Vicente Fox como directora
de Radio Educación, estación que conoce a fondo porque en ella
trabajó como productora desde mediados de los ochentas hasta el año
2000, fecha en la que se convirtió en la cabeza de esa radiodifusora,
sin haber tenido que pasar antes por ningún puesto como funcionaria.
Supo reinyectar energía a Radio Educación, la estación
que desde los setentas es el modelo de radiodifusora cultural más importante
de México.
Lidia Camacho firmó más de veinte acuerdos internacionales con
los que insertó a Radio Educación en el mundo global y la confirmó
como la estación cultural más importante de América Latina.
Impulsó la Bienal de Radio, evento de su creación que se convirtió
ya sin exagerar en el Mundial de la Radio. Y también convenció
a las más altas autoridades culturales del país para crear la
Fonoteca Nacional, institución que hoy es una realidad y que abrirá
sus espectaculares instalaciones en marzo del 2007. Se ubica en la bella casona
Pedro de Alvarado en el barrio de Coyoacan en la ciudad de México, lugar
que habitó por años el poeta Octavio Paz.
Radio Educación hoy debe moverse todavía más. Su camino
ya está marcado: debe salir a la conquista del público joven,
darle continuidad a los eventos internacionales, profundizar sus relaciones
con todas las radiodifusoras y televisoras de México y del mundo, seguir
como líder con su programa de desarrollo tecnológico y darle un
nuevo auge a su espíritu innovador, plural, sensible e inteligente, que
es su alma de origen y finalmente su razón de ser.
José Antonio Fernández: ¿Naciste
en la ciudad de México.?
Lidia Camacho: Sí. Mis papás son
de Michoacán. Viví desde siempre en Lindavista, aquí en
la ciudad de México.
José Antonio Fernández: ¿Qué
estudiaste?
Lidia Camacho: Comunicación en la Universidad
Anáhuac.
José Antonio Fernández: ¿Por
qué te decidiste por Comunicación?
Lidia Camacho: Para mí es una vocación.
Siempre me han gustado los medios. Mi carrera la he enfocado más hacia
la radio y la televisión, aunque el cine siempre me ha encantado.
He estudiado mucho cine, es una de mis grandes pasiones, aunque no me dedico
a hacer películas. El estudiar guión cinematográfico me
sirvió de mucho para escribir mis dos libros sobre radio (La imagen radiofónica
y El radioarte, género sin fronteras). De hecho, yo parto de la idea
de que el lenguaje radiofónico toma prestado en gran medida el lenguaje
cinematográfico, y que el radiodrama es el género que consolida
un genuino código de lenguaje radiofónico.
Gran parte de los términos y conceptos que utilizamos en la radio son
prestados del lenguaje cinematográfico.
A mi me dio clases de cine en la Universidad el maestro Ignacio Durán,
que era un gran motivador. Con él íbamos a la Cineteca a ver películas
cada semana. Es un gran maestro.
José Antonio Fernández: En los tiempos
en los que tú salías de la Universidad, a mediados de los ochentas,
la Radio no vivía el boom que tiene hoy. ¿Por qué en esos
tiempos decides entrar a la radio?
Lidia Camacho: Es que la radio cambió
mi vida.
Un día estaba yo escuchando el programa de Felipe Garrido en Radio UNAM,
que trataba sobre El Ateneo de la Juventud. El guión de ese programa
lo escribían a la limón Felipe Garrido y Álvaro Matute.
Me enteré por ese programa que El Ateneo de la Juventud había
sido el primer grupo de personas en este país que decidió dedicar
su vida a la difusión y a la promoción de la cultura. Me sorprendí
primero porque descubrí mi ignorancia.
La historia de El Ateneo me cautivó y me capturó. Me emocionó
y eso cambió mi vida.
Me metí a estudiar a los que formaron El Ateneo de la Juventud: José
Vasconcelos, Antonio Caso, Enrique Sureña y Alfonso Reyes. Mi interés
fue tal, que decidí hacer mi tesis sobre el tema. Me di a la tarea de
responder a la pregunta de cómo era visto El Ateneo de la Juventud en
su momento. Revisé la prensa de 1906 a 1914, fecha en la que El Ateneo
se dispersó.
José Antonio Fernández: ¿Sabe
Felipe Garrido que esa serie de programas de Radio UNAM cambió tu vida?
Lidia Camacho: Claro. Le dije en una ocasión
en la que le entregaron un reconocimiento, que gracias a él y al maestro
Álvaro Matute, a quien nunca se lo he dicho, es que mi vida dio un sesgo
muy importante.
Un día me dije, si la radio cambió mi vida, entonces yo puedo
hacer algo para cambiar la vida de la gente de alguna manera. Por eso he sostenido
que frente a los micrófonos deben estar personas inteligentes que tengan
un discurso y algo que aportar al público.
Algunos de los locutores y comentaristas no toman en consideración que
una recomendación o una idea dicha frente al micrófono, puede
ser un detonador de muchas cosas en la gente que los escucha.
José Antonio Fernández: ¿Y
cómo es que llegas a Radio Educación?
Lidia Camacho: Mi interés era trabajar
en Radio UNAM o Radio Educación, eso era muy claro para mí. No
obstante mi primer trabajo profesional fue con Valentín Pimstein, en
la producción de telenovelas. Yo era amiga de su hija Viviana. Entramos
jalando cables. Llegué a ser asistente de dirección de Rafael
Banquells. Aprendí mucho.
En forma paralela entré a trabajar a Radio Educación por las tardes.
El señor Pimstein me pidió que trabajara en Televisa de lleno.
Entonces me fui de viaje a Francia, lugar donde vive buena parte de mi familia
desde hace muchos años. Me alejé porque sentí que mi vida
estaba en una coyuntura. Así lo viví y lo asumí. O le entraba
de lleno a la televisión comercial o me dedicaba a la radio cultural.
Vi las cosas a la distancia.
En ese viaje decidí que lo mío era dedicarme a la cultura. Regresé
y le dije adiós a Televisa y le di las gracias al señor Pimstein.
Me dijo: en muy poco tiempo la radio te va a quedar chica. Me hizo sentir bien.
José Antonio Fernández: ¿Quién
te llevó a sintonizar Radio UNAM o Radio Educación?
Lidia Camacho: Mi papá es una gran aficionado
a la música y eso sin duda me ha influido, pero mi gusto por escuchar
Radio UNAM y Radio Educación yo lo descubrí.
José Antonio Fernández: ¿Estabas
consciente de que dejabas el glamour de la televisión por las dificultades
de la radio cultural?
Lidia Camacho: Sin duda la radio tiene menos
glamour que la televisión, sin embargo para mí me significó
un trabajo mucho más creativo y un reto incluso mayor que el de la televisión.
Hacer radio es verdaderamente difícil. Hacer que la gente se interese
en la radio, no es nada sencillo.
José Antonio Fernández: ¿Qué
género de radio te gusta producir?
Lidia Camacho: El radiodrama, sin duda. Es el
género en donde te pones a prueba y puedes manifestar una mayor creatividad
con silencios, música, matices de voz, palabras, ritmo y actuación.
Es un género muy completo.
Hace muchos años yo descubrí en Alemania lo que ellos llaman el
nuevo radiodrama. Es la apuesta por una dramaturgia nada convencional, en la
que intervienen dramaturgos que son muy reconocidos también en el ámbito
literario. Incluso muchas de sus obras tuvieron más éxito en la
radio que en su lanzamiento editorial.
Los alemanes trabajan la poesía sonora y le dan tanta importancia a la
música de los radiodramas como a la historia misma. Los hacen (los radiodramas)
muy sonoros y buscan la veta más artística. Se toman en serio
el que la radio sea el octavo arte. Le dieron un vuelco a los radiodramas. Los
franceses también hicieron su movimiento y lanzaron su nuevo radiodrama,
también buscando ser lo más artísticos que fuera posible.
En los viajes que hacía a Europa escuchaba sus radiodramas y me daba
cuenta de que eso no lo estábamos intentando en México. Por eso
cuando organizo la primera Bienal de Radio en nuestro país, de inmediato
coloco como género a concurso el radioarte. Por primera vez se habla
en México de radioarte. Por supuesto, invité a productores europeos
de radioarte para que dieran algunas conferencias.
José Antonio Fernández: ¿Cómo
ves a la radio comercial?
Lidia Camacho: La radio comercial tiene otras
virtudes. Ellos iniciaron los radiodramas (las radionovelas) que fueron de gran
relevancia en su momento, porque formaron cuadros artísticos, técnicos
y de producción muy importantes. Después prácticamente
dejaron de hacerlos cuando la televisión tomó gran fuerza y las
telenovelas se convirtieron en grandes negocios.
Luego del terremoto de 1985 la radio sufrió muchos cambios. Se dio un
parteaguas en la radiodifusión comercial que dio como resultado ese furor
por producir una gran cantidad de noticiarios de largo aliento, que duran hasta
más de 5 horas. Es algo único en el mundo, es inédito.
En ningún país se dan tantos noticieros tan largos como en la
radio mexicana. Quizá tienen vida y audiencia porque en México
están sucediendo muchas cosas.
En la Radio Comercial hay mucha gente que ha aportado, como en su momento lo
hicieron Rock 101 con Luis Gerado Salas y Jaime Pontones y el trabajo informativo
y de debate que realiza Gutiérrez Vivó.
José Antonio Fernández: ¿Cuáles
de tus producciones te han dejado más satisfecha?
Lidia Camacho: La adaptación de la novela
Germinal de Emilio Solá y un radiodrama que hice a manera de reportaje
de la Revolución Francesa. Se me ocurrió narrar la Revolución
Francesa como si la radio hubiera existido en la época con todo y sus
reporteros. La historia incluía entrevistas con grandes personajes franceses,
como Robespierre y Dantón.
José Antonio Fernández: En varias
ocasiones he escuchado a gente dar por muerta a la radio. ¿Cómo
es que la radio se niega a morir y de pronto, como hoy, recobra vida y de nuevo
vive un boom?
Lidia Camacho: La tablita de salvación
de la radio siempre ha sido la tecnología. Hoy está viviendo momentos
muy interesantes y va a vivir una nueva etapa con el lanzamiento de la radio
digital. En esta nueva etapa la radio ofrecerá servicios agregados.
José Antonio Fernández: ¿Quién
te invita a dirigir Radio Educación?
Lidia Camacho: Sari Bermúdez.
José Antonio Fernández: ¿Cómo
te lo dice?
Lidia Camacho: Me dice que después de
una encuesta tiene una terna: Lidia Camcho, Lidia Camacho y Lidia Camacho. Por
supuesto, me sorprendí mucho. Le pedí que me dejara pensarlo.
Me preguntó por qué quería pensarlo. Le dije dos razones:
yo trabajo en Radio Educación desde 1984 y sabía perfectamente
bien en el año 2000 que la estación vivía en el abandono
tecnológico. La otra razón era que no se había dado la
voluntad política para que se hiciera un catálogo de puestos en
Radio Educación, y eso me preocupaba mucho si yo asumía el puesto
como directora. En síntesis, puse esas dos condicones para ser directora:
apoyo económico y voluntad política para resolver un problema
laboral histórico de más de 20 años.
La respuesta de Sari Bermúdez fue que me daría total apoyo y entonces
yo acepté con gran gusto. Para mí fue un honor que me designara
como directora de Radio Educación.
Luego de seis años de estar al frente de Radio Educación estoy
muy satisfecha. La estación se renovó, está viva, dejó
atrás el abandono, cuenta con tecnología de vanguardia y el problema
laboral fue resuelto.
José Antonio Fernández: ¿Qué
pasó por tu mente cuando recibiste el nombramiento como Directora de
Radio Educación?
Lidia Camacho: En el 2000 Radio Educación
estaba en el olvido. Desde el punto de vista tecnológico teníamos
un rezago de más de diez años. Además, Radio Educación
había dejado de figurar entre las principales radiodifusoras del país.
De haber sido una estación modelo, emblemática en los setentas
y los ochentas, Radio Educación había venido decayendo. Por eso,
uno de mis grandes retos era reposicionar su imagen, no solamente en México
sino en el ámbito internacional, donde evidentemente ni nos conocían.
Luego de seis años de trabajo, creo que el reposicionamiento se logró.
No del todo quizá, porque entre otras cosas no contamos con salida en
la banda FM, lo que nos resta fuerza y presencia. Tampoco tenemos recursos para
anunciarnos en distintos medios de manera permanente, pero buscamos fórmulas
para estar cada vez más presentes y sumar audiencia.
Cuando llegué a la dirección, de inmediato busqué que Radio
Educación perteneciera a la Red de Radiodifusoras y Televisoras Públicas.
Para mí fue una oportunidad. Hoy nuestros programas se escuchan en otras
estaciones culturales de todo el país vía la Red (de Radiodifusoras
y Televisoras públicas que tiene más de 40 asociados en todo el
país) y también en todo el mundo por internet.
De muchas partes del planeta recibimos comunicación y todo el tiempo
nos reconfirman el alto significado que tiene para nuestros radioescuchas el
poder escuchar Radio Educación.
José Antonio Fernández: Cuando pasas
de ser productora a directora de Radio Educación, qué sucede con
tus compañeros. ¿Lo asimilan, lo reciben bien?
Lidia Camacho: A lo largo de todos mis años
como productora nunca tuve problemas con nadie. Cuando me hice directora, algunos
de mis compañeros lo vieron con buenos ojos y otros no. Sí se
da esa cultura del cangrejo, en la que hay quien se disgusta y hasta se opone
porque siente que otro va saliendo adelante y va viendo otros horizontes.
Hay quien está siempre en contra de manera permanente, porque está
en contra de la autoridad, llegue quien llegue a la dirección.
Debo decirte algo, yo soy la primera directora que sale de las filas de trabajadores
de Radio Educación, es un hecho inusitado. Aquí la costumbre era
que llegaran políticos como directores.
José Antonio Fernández: ¿Crees que tu trabajo como directora
se ha valorado?
Lidia Camacho: Eso habría que preguntárselo
a mis compañeros.
Yo me siento profundamente satisfecha. En mi gestión hice mucho más
de lo que nos propusimos como indicadores. Yo me propuse hacer de Radio Educación
una estación más cultural, más dedicada a la cultura. De
ahí que hicimos tres bienales internacionales, tres seminarios internacionales
de archivos sonoros y audiovisuales, creamos una agenda en este tema de los
archivos que no existía en México. Editamos más de 30 libros
sobre radio, y subrayo que en el 2000 casi no existía bibliografía
sobre radio en México. Hoy conocen quién es Radio Educación
y lo que representa en China, Europa, Estados Unidos, Canadá y América
Latina. Hoy coproducimos con radiodifusoras de distintos países.
Radio Educación hoy tiene firmados convenios internacionales con más
de 20 estaciones del mundo. Antes del 2000 no había ningún convenio
de este tipo.
José Antonio Fernández: ¿En
qué benefician los convenios internacionales?
Lidia Camacho: Puedes hacer coproducciones, intercambias
programas, haces intercambios de capacitación, se abre la oportunidad
de que nuestra gente viaje a otros países a capacitarse y que vengan
personas de otros lugares con distintas ideas, tenemos la oportunidad de utilizar
servicios informativos de muchas radiodifusoras y de que nuestras noticias se
oigan en otros lugares. Hay muchísimas razones. Siempre traen beneficios.
José Antonio Fernández: ¿Por
qué crees que es tan importante mirar hacia afuera del país?
Lidia Camacho: Primero debo decirte que lo nuestro
es muy importante, pero Radio Educación se hizo de un lugar porque su
modelo, que viene desde los setentas, tomó la decisión de transmitir
la música de México y también la de muchas otras partes
del mundo. Fue fundamental Radio Educación en los setentas porque, junto
con Radio UNAM, eran la únicas estaciones en donde se escuchaban otros
sonidos del planeta.
Más de lo que dijo Lidia Camacho
en entrevista
(respuestas sobre el valor que tienen los medios públicos)
- Hay que mirar hacia adentro y hacia
afuera todo el tiempo, para saber qué estamos haciendo y qué estamos
dejando de hacer.
- En Radio Educación firmamos convenios con Radio Francia y ya uno de
nuestros compañeros se fue a capacitar a Europa. Con China firmamos otro
convenio y la idea es que también se dé un intercambio.
- Con la Radio de Alemania estamos coproduciendo el Popol Vuh.
- Al entrar (Radio Educación) como socio a la Asociación Internacional
de Archivo Sonoros, nos pusimos al día. Nosotros no estábamos
adentro de esta Asociación que tiene ya 40 años formada.
- Hay que reconocer que se están haciendo cosas muy importantes en muchas
partes del mundo. No se trata de repetir lo que otros hacen. El objetivo es
saber qué hacen y que sepan lo que nosotros hacemos.
- Ya estamos produciendo radio arte. Jorge Reyes presentó ya tres paisajes
sonoros: el de Michoacán, el de la ciudad de México y el de Chiapas.
- Debemos preguntarnos por qué nos cuesta tanto abrirnos al mundo.
- En Radio Educación no hay censura de ninguna especie, existe una gran
libertad de expresión. Es una estación incluyente y plural y eso
nos ha generado una muy alta credibilidad, históricamente hablando.
- Sí soy defensora de los medios públicos. Son un oasis para el
público porque dan la oportunidad de ver y escuchar horizontes distintos,
de oír música de todo el mundo. En los medios públicos
es donde la gente puede abrevar otro tipo de contenidos.
- Estoy convencida de que los medios públicos deben buscar allegarse
recursos de otras maneras, que no necesariamente sean las que utilizan los medios
comerciales. En Radio Educación, por ejemplo, tenemos ya la posibilidad
de recibir donativos. La Secretaría de Hacienda ya nos dio la autorización
correspondiente.
- En México no existe ni ha existido una política de medios públicos.
Por eso los medios públicos pueden caer fácilmente en el olvido
y el abandono. Es triste y lamentable, pero así es.
- Yo apoyo la idea de hacer una Ley de Medios Públicos, para que no sufran
los vaivenes sexenales. En el Distrito Federal no es tan problemático,
pero en el interior del país algunas televisoras y radiodifusoras viven
en condiciones de sobrevivencia.
- Yo decidí lanzarme como Presidenta de la Red (Asociación que
agrupa a 47 radiodifusoras y Televisoras públicas, entre las que están
los canales 11, 22 y el Sistema de Radio y Televisión Mexiquense), porque
la radio en la Red estaba marginada. Los presidentes siempre eran de estaciones
de televisión o de sistemas que tenían estaciones de televisión.
Yo fui la primera Presidenta de la Red que no dirigía una televisora.
- Para mí fue un gran honor ser Presidenta de la Red, entre otras cosas
porque me significó un reconocimiento a mi persona.
- El presupuesto de Radio Educación es de alrededor de 5 millones de
dólares al año.
Más respuestas de Lidia Camacho publicadas
en exclusiva para CANAL100.com.mx
1.-
Cuando fui Presidenta de la Red (Asociación de Radiodifusoras y Televisoras
Públicas) organicé dos eventos internacionales: el Segundo
Congreso Internacional de los Medios Públicos de Cara a la Democracia
(el primero se había llevado a cabo un año antes cuando Julio
Di-Bella fue Presidente de la Red), y la Reunión Internacional de Radio
con Radio Netherland. 2.- También
cuando fuí Presidenta de la Red (Asociación de Radiodifusoras
y Televisoras Públicas), la registré legalmente. La Red era ficticia.
No estaba registrada ante un notario. Yo me di a la tarea de darle personalidad
jurídica. 3.- El DMB (Digital
Media Broadcasting) es el estándar de radiodifusión digital de
Asia. Considero que hay que tomarlo en cuenta porque estamos en la era de la
convergencia y el DMB está diseñado para responder a esta época
de la convergencia. 4.- El consorcio
DRM hizo por primera vez la transmisión simultánea en digital
y AM en México en Radio Educación, y esa prueba ellos la están
mostrando a todo el mundo. 5.- La propuesta
de comercialización para medios públicos, como Radio Educación
o Canal 11, es que puedan comercial el 7 por ciento de la programación
total. Nunca con fines de lucro, jamás. Esos recursos deben entrar de
manera clara y deben ser invertidos en tecnología, en capacitación
o en producción. No hay vuelta de hoja, esos recursos no deben significar
utilidades o rentabilidad. 6.- En Alemania
el público paga un impuesto para mantener los medios públicos.
Cada país ha inventado una fórmula distinta porque en todos lados
valoran y mucho los medios públicos. Son muy importantes para todos los
países. 7.- Yo estoy con
el modelo de la BBC (para los medios públicos), que es que una emisora
educativa y cultural no necesite comercializar su programación. Se pueden
allegar recursos haciendo coproducciones. 8.- La radio y
la televisión pública no está en contra de la radio y la
televisión comercial, es un complemento, por no decir un contrapeso.
A mí no me interesa hacer el mundial de fútbol o el concurso de
Miss Universo en Radio Educación. ¿Para qué? Cada quien
tiene su ámbito. 9.- El modelo
de Radio Educación que hoy conocemos data de 1970. Este modelo se ha
reproducido en el interior del país. Radio Educación se mantiene
fuerte y prestigiada por el trabajo creativo que hace la gente que aquí
colabora. Aquí la gente está comprometida con su trabajo y sus
principios, y defiende lo que es una radiodifusión cultural a capa y
espada. 10.- También
Radio Educación es fuerte por la libertad con la que aquí se trabaja,
que nosotros debemos apreciarla y mucho. 11.- Los medios
públicos están mantenidos por fondos gubernamentales y eso puede
dar tendencia a los contenidos. Por ejemplo, el IMER durante muchos años
fue utilizado para difundir los logros de gobierno. Y aquí cabe decir
que el gobierno también está en su derecho de dar a conocer sus
logros, es fundamental. 12.- Nosotros
(en Radio Educación) convencimos a la SEP de producir un noticiero de
los logros de la SEP. Estoy convencida de que hay que dar a conocer esos logros
para que la gente sepa qué se hace y para qué le sirve lo que
hace el gobierno. 13.- A mí
me gustaría que se hiciera una legislación clara de los medios
públicos para después considerar la idea de un corporativo, en
el que
estuvieran coordinados o unidos Radio Educación, Canal 22, Canal 11 y
el IMER. Si no hay certeza jurídica, puedes crear un gran corporativo
(muy atractivo) que al crecer se termine vendiendo, como sucedió con
Imevisión, que ya que se hizo grande y fuerte se decidió ponerlo
a la venta. La certeza jurídica debe estar acompañada por una
certeza financiera. 14.- Yo de ninguna
manera estaría a favor de privatizar Radio Educación. 15.- Ha sido muy
interesante la sinergia promovida por Televisión Educativa que enlaza
con un anillo digital a Radio Educación, el Imer, el 11 y el 22 (por
supuesto, junto con los archivos de Televisión Educativa). Reconozco
ese trabajo de Jaime Tacher (como cabeza de Televisión Educativa), sin
duda. 16.- La clave
para los medios públicos, es que el Presidente reconozca el valor y la
importancia de los medios públicos y que establezca una política
que sea clara y precisa. 17.- Sí
creo que en México debe crearse un sistema de medios públicos,
que en un momento dado puede considerar la idea de unir Radio Eduación,
Imer, Canal 11, Canal 22 y Televisión Educativa. 18.- Si no hay
una ley de medios públicos, las radiodifusoras públicas terminarán
silenciadas. Hoy vivimos en la convergencia tecnológica y las
radiodifusoras públicas no pueden hacer uso de esa convergencia. Es absurdo. 19.- Pareciera
que existe la pretensión de que no quieren que los medios públicos
crezcan más, al menos eso es lo que proyecta la ley aprobada. 20.- La Fonoteca
Nacional está incluida en el plan de cultura 2001-2006. Es una idea que
yo tuve y yo propuse. Aclaro que no es una idea nueva, fonotecas nacionales
hay en muchas partes del mundo. Quien primero habló de una fonoteca en
México que yo recuerde fue Miguel Ángel Granados Chapa. También
lo hizo Villanueva, a quien no conozco. No sé si alguien más lo
había propuesto, seguramente Hellmer lo habrá hecho de alguna
manera. Yo asumo la responsabilidad del proyecto de la Fonoteca Nacional en
su totalidad. 21.- La Fonoteca
Nacional es un espacio destinado a la preservación y conservación
de patrimonio sonoro de México, y también es una institución
destinada a la cultura del sonido. Estará lista para abrir sus puertas
al público y a la consulta en marzo del 2007. Se ubica en el corazón
de Coyoacan, en la Casa Pedro de Alvarado, que fue habitada por el poeta Octavio
Paz.
¿Por qué las telenovelas mexicanas clásicas siguen siendo modelo a seguir en todo el mundo para productores, directores y guionistas?
Porque las telenovelas mexicanas tienen su propio lenguaje y retratan la realidad tal cual, llena de envidias, avaricia, ambición y también amor y honestidad; por eso conectan con el público