Simón Bross es el director de comerciales más premiado en el mundo
en los últimos cinco años. El Festival Pantalla de Cristal lo
distinguió con el Premio Volcán en el 2002, máximo galardón
del certamen entregado por una muy brillante trayectoria.
A Bross le han aplaudido igual en México que en Cannes o Buenos Aires.
Lo reconocen todos sus colegas. Los publicistas saben que es un director de
comerciales muy efectivo. La magia de Simón Bross se da porque tiene
el toque para poner en pantalla historias muy sencillas pero tremendamente intencionadas.
Yo lo califiqué en el programa de televisión Pantalla de Cristal,
como un realizador que en un breve comercial de 30 segundos es capaz de contar
una historia como si se tratara de un largometraje. Y para comprobar lo que
digo basta recordar algunos de sus anuncios: el niño que brinca al colchón
Sealy y se queda dormido de inmediato, la serie de comerciales de la campaña
Todo el mundo tiene un Jetta, al menos en la cabeza, la campaña de las
monjas de Aeroméxico y así nos podemos seguir de largo. Bross
le da nivel a los comerciales. Con sus anuncios fácilmente puede armarse
una muestra que ameritaría ser exhibida en el Museo de Arte Moderno.
En el Festival FIAP de Buenos Aires, la productora García Bross, ganó
el premio a la mejor casa productora del Festival (usted puede leer en Canal100.com.mx
una entrevista anterior con Simón Bross en la que habla de sus inicios
en la publicidad y sus primeros años como realizador de comerciales;
localízela en la sección entrevista de la Revista virtual o vía
el Buscador del sitio.
J.A.F.: ¿Cuál es tu filosofía
como director de comerciales? Simón Bross:
Nuestra filosofía es hacer calidad con razón y con pasión.
Buscamos siempre que nuestros
comerciales sirvan. Además, hacemos los anuncios con corazón y
los pensamos muy bien. Nosotros buscamos siempre pasarla muy bien en nuestro
trabajo
J.A.F.: ¿Al decir razón te refieres a
inteligencia? Simón Bross:
Al menos tratamos de que los anuncios sean inteligentes. No olvidamos que estamos
haciendo publicidad dirigida a la gente, y la gente no es predecible a nivel
matemático (científico). Hay que sentir mucho para llegarle (a
la gente).
J.A.F.: ¿Piensas en el público cuando
estás realizando un comercial? Simón Bross:
Yo personalmente todo el tiempo. Es más, te diría que es casi
casi en lo único que pienso. En alguna época de mi carrera estaba
muy atento en agradar al cliente, y de pronto me di cuenta que si yo hacía
que la marca le agradara al público, entonces tarde o temprano los anuncios
le iban a agradar al cliente.
Yo procuro hacer la menos política posible dentro de la publicidad. También
soy lo menos autocondescendiente que puedo e intento ser siempre autocrítico.
Creo que debemos ser los primero en darnos cuenta si el anuncio funciona o no.
Yo sé que si me funciona a mí, con sinceridad, es muy probable
que le vaya a funcionar a mi público.
J.A.F.: ¿Al decir a mí te refieres a que
le funcione a la gente que está en el foro y en la postproducción? Simón Bross:
Al decir a mí, me refiero sólo a mí directamente.
Cuando veo que un proyecto no va bien, generalmente resulta que no tiene éxito,
aunque me equivocado en varias ocasiones. Te pongo un ejemplo: cuando terminé
el anuncio del niño de Sealy pensé que era un comercial lindo,
pero nunca imaginé que se convertiría en el anuncio que más
premios ha ganado en la historia de la publicidad mexicana.
Debo decirte que, aunque he ganado muchos premios, jamás pienso en los
premios cuando estoy realizando un anuncio. Es algo que viene al final. Yo en
lo que pienso, te reitero, es en el público. Por eso me gusta hacer publicidad
que tenga qué ver con el consumidor, no con el producto.
J.A.F.: ¿Cuántos premios has ganado? Simón Bross:
No lo sé. ¿Este año? Me acaban de decir que en últimos
cinco años soy el director más premiado del mundo (si se suman
los ganados en estos últimos cinco años). Esto habla de consistencia.
Tomando en cuenta sólo los premios obtenidos en un año, he quedado
dos veces en segundo, una en cuarto y otra en quinto sitio.
J.A.F.: ¿Tienes reglas para producir tus comerciales? Simón Bross:
Generalmente no nos pasamos de las horas que tenemos planeadas para trabajar,
hacemos las cosas rápido, nunca hemos dado una mordida (dinero para conseguir
un anuncio) y no somos corruptos. Nosotros somos una casa productora bastante
limpia en todos los sentidos. Hemos crecido sin corruptelas y sin regalos, sólo
a través de nuestro trabajo.
J.A.F.: ¿Cómo creas la atmósfera
de trabajo para producir tantos comerciales exitosos? Simón Bross:
Nuestra productora, García Bross, vale mucho con su gente, sin ella no
vale nada. Si quisieras comprar García Bross sin gente, tendríamos
que venderte sólo sillas, escritorios y lápices.
Yo llevo trabajando con el mismo fotógrafo doce años (Lalo Martínez
Solares), y así con todos los demás de mi equipo. Soy de la idea
de que para modernizarte no necesitas andar cambiando de gente. Es como en el
matrimonio, necesitas ir creciendo junto con tu pareja para ir cambiando a la
vez.
Mi equipo es el mismo desde hace años: mi hermano Beto es el productor
ejecutivo, mi otro hermano Rubén es el director de arte, Lalo Martínez
Solares siempre ha sido mi fotógrafo, Raúl Luque empezó
como mi asistente y ahora es mi postproductor, Adolfo Ibarrola siempre ha sido
mi editor, Aurora siempre ha sido mi secretaria y Mariquita siempre ha sido
la secretaria de Juan García.
Todos nos vemos todos los días desde hace doce años, lo que implica
que en ocasiones tengamos días que no son tan buenos, como en cualquier
matrimonio.
J.A.F.: Cuando te entrevisté para el Programa
Pantalla de Cristal (Canal 22), te dije que considero que tienes la habilidad
de contar en un comercial un largometraje. ¿Siempre buscas la historia? Simón Bross: Siempre
la historia, o por lo menos la idea. Si no hay historia por lo menos un concepto.
Hay veces que el concepto es tan sintético que ni siquiera te da tiempo
de generar una historia (hoy en día llegamos a hacer comerciales que
duran sólo 10 segundos).
Ni a mí ni a la casa productora (García Bross) nos gusta presumir
los comerciales por su ejecución. Seguimos las ideas. La idea es más
importante que el cómo está hecha. Pensamos que como productora
estamos obligados a enriquecer la idea misma. Quien lucha en contra de la idea
disminuye su valor como realizador.
J.A.F.: ¿Cómo trata Simón Bross
sus proyectos desde el inicio? Simón Bross:
Cuando me llega un story board, lo primero que trato de hacer es encontrar la
idea fundamental y busco resumirla en una frase. No más. Cuando yo encuentro
cuál es esa esencia de la idea, como perro de caza la persigo por todos
sus flancos: fotografía, dirección de arte, vestuario, montaje,
iluminación, casting...
J.A.F.: Cuéntame cómo nació el
comercial de Sealy (el del niño que salta de una cama a otra y se queda
dormido de inmediato). Simón Bross:
Me llegó una campaña en la que 5 comerciales contaban la misma
historia: en cuanto los personajes tocaban la cama se quedaban dormidos. En
el anuncio del niño lo que se hizo fue llevar la idea creativa a su máximo
nivel de síntesis. En las otras ejecuciones la idea terminó siendo
muy compleja y eso demeritó las otras versiones. Con el anuncio del niño
se dio la máxima: less is more (con menos hicimos más).
J.A.F.: ¿Existe una relación entre buenas
ideas creativas y cierta mentalidad de los anunciantes? Simón Bross: Cada
vez que me llega un anuncio de Volkswagen sé que mínimamente va
a ser una idea inteligente. Yo estoy convencido de que el cliente tiene la publicidad
que se merece.
J.A.F.: ¿En el caso de Volkswagen es una persona
o es la marca? Simón Bross:
A nivel creatividad, Volkswagen es la marca número uno del mundo. En
cada país están preocupados porque su nivel se mantenga y desarrolle.
J.A.F.: ¿Qué clientes impulsan la creatividad? Simón Bross:
He aprendido en estos años que la creatividad la hacen las personas.
A donde mandes a Ana María Olabuenaga, Raúl Cardós, Pepe
Becker, Jorge Cucci o Spooky, ten por seguro que harán buena creatividad.
Yo no creo que las empresas sean más importantes que la gente, pienso
que la gente es más importante que cualquier empresa.
J.A.F.: Pregunté a varios publicistas y me dijeron
que por lo general todos tus comerciales logran éxito de ventas. ¿Por
qué crees que tus anuncios consigan vender? Simón Bross:
Pienso que los anuncios no son obras de arte. Te lo digo de otra forma: si yo
quiero hacer un trabajo personal, es mejor que busque hacer una película,
escribir un cuento o pintar un cuadro. Yo creo, y te lo digo con el corazón,
que cuando hago publicidad me debo a la marca y por lo tanto me debo a la idea.
Y, además, hay una cuestión muy importante: generalmente hago
todo esto (de la producción de comerciales) con amigos, con gente que
quiero mucho (de este negocio). Me la paso muy bien como director. Mi trabajo
es muy placentero.
J.A.F.: ¿Cómo te sien tes hoy luego de
ganar tantos y tantos premios a nivel nacional e internacional? Simón Bross:
Llevo muchísimos años haciendo mi trabajo, y de ninguna manera
se puede decir que soy un director de moda. Hay ciertas cosas que quizás
la madurez te da para no caer en espejismos. Por ejemplo: el espejismo que te
hace tener un ego excesivo o el que te lleva a buscar sólo la fama, a
mí hoy no me atraen.
A mí lo que más me atrae de esto de la producción de comerciales,
y volvemos al tema de la filosofía de la empresa, es que a través
de razón y pasión puedo desarrollar bien mi profesión,
o sea, ser un buen profesional. Si te olvidas un poco de esa parte, la de ganar
fama y dinero (que de todas maneras te la brinda la profesión), entonces
eso puede hacer que poco a poco te vuelvas una buena persona.
Va a sonar cursi, pero para mí es mejor ser una buena persona que ganar
cualquier premio. Y no digo que yo sea una buena persona, pero sí te
puedo asegurar que todos los días lucho por ser una buena persona.
Y creo que esta lucha cotidiana hace que escuche más a la gente y me
fije en los demás, y no que sólo me escuche a mí mismo.
El tratar siempre de entender a los demás un poco, sin duda me ayuda
a ser un mejor profesional, porque justamente mi profesión se trata de
encontrar la manera de comunicarme con los otros.
Yo vivo todo el tiempo con el miedo de que un día se me vaya el toque
(de director de comerciales).
J.A.F.: ¿Crees que algún día se
te vaya el toque de director, como sucede con los futbolistas? Simón Bross:
Lo que sí sé es que un día, necesariamente, dejaré
de ser un director tan reconocido como soy, porque eso es una ley de la vida.
Por eso yo estoy dejando una herencia profesional en la gente que trabaja conmigo,
y por eso es que han salido tantos directores de este lugar (la productora García
Bross). Pienso que Magaby García, que fue mi asistente durante diez años
y que hoy como directora es fundamental para la empresa (García Bross),
tiene que ver con mi herencia profesional.
Necesariamente voy a tener que dejar de ser un director reconocido. La ventaja
es que esto de dirigir comerciales no es como el ser deportista. Esto dura más.
J.A.F.: Los directores de largometrajes afamados han
durado muchísimos años en activo. Está el caso de Buñuel
que con más de oochenta años todavía dirigió una
película sorprendente (Ese obscuro objeto del deseo). Simón Bross:
Si a mí me dan chance mi salud, la vida, el público y los creativos,
yo tengo ganas de seguir haciendo esto toda mi vida. Pero a ver si no se cansan
o se hartan de mí.
J.A.F.: Me dices que es importante para tí la
parte humana y que haces autocrítica de manera permanente. ¿Cómo
se da la comunicación dentro de tu equipo de trabajo? Simón Bross:
Sí te puedo presumir que soy como bueno para eso. Si tú vas a
mi set cuando estoy filmando, será muy raro que escuches un grito. Yo
nunca como comida especial, siempre comemos todos igual.
Como director, yo soy el que manda en el set, eso es definitivo. Pero digamos
que mi relación con la gente es muy buena porque trato de evitar esas
trampas del director: las de la vanidad, las de la comida especial, la mesa
especial y el mesero especial. Yo no quiero que me respeten como director porque
crean que soy una especie de emperador. Me interesa que me respeten como director
porque piensen que soy una persona que sabe lo que está haciendo. Mi
comportamiento en el set hace que la gente no tenga miedo y por eso pueden llegar
conmigo a darme sus ideas, y yo, por supuesto, juzgo como director si esas ideas
entran o no en el proyecto. Yo trato de eliminar la imagen del director tirano,
aunque definitivamente en esto sólo puede mandar una persona, y por fortuna
me tocó a mí ser ese que manda.
J.A.F.: ¿Si al momento de estar filmando alguien
te dice una opinión contraria a lo que estás haciendo, cambias
la forma en la que estás rodando? Simón Bross:
Te aseguro que si esa ideas es mejor que la mía, sí la cambio.
J.A.F.: ¿Qué tan seguido te dicen tus
colaboradores opiniones distintas? Simón Bross:
Muy seguido. Te puedo decir que casi siempre.
Por ejemplo, Lalo (Martínez Solares), mi compadre (que es mi fotógrafo
de toda la vida), generalmente al segundo shot casi siempre me hace una propuesta
de cámara. Te diría que un gran porcentaje de los emplazamientos
de cámara los pone Lalo (Martínez Solares), no yo. Y pues por
eso lo contrato.
Yo creo que el director dirige talentos, no puedes ser un hombre orquesta. Como
tú bien sabes, a mí me gusta editar mis comerciales porque soy
un poco maniaco, pero siempre dejo que los que saben más que yo en una
área hagan su trabajo. La de vestuario debe saber más de las tendencias
de la moda, mi compadre (Eduardo Martínez Solares) debe ser más
que yo de fotografía y diafragamas, mi asistente tiene que saber más
de mis citas que yo mismo. Todo es cuestión de irles haciendo caso.
J.A.F.: ¿Qué le pides a tu director de
arte? Simón Bross:
Gracias a que es mi hermano, se lo puedo decir con toda claridad: le pido que
no se repita y que no intente copiar una fórmula en el proyecto siguiente.
Le pido que vea el proyecto y lo trate como una pieza única e irrepetible.
O sea, pido que se siente y analice el proyecto conmigo con todo el bagaje que
trae y todo el conocimiento y lo vea como un proyecto nuevo.
Mi deseo cuando llego a un set, es pensar como si fuera la última filmación
a realizar en la vida y que de ese proyecto dependen nuestras carreras, por
chiquito que sea. Por eso yo siempre llego nervioso al set. Yo filmo muchísimos
días al mes y te aseguro que nunca he llegado a un set con tranquilidad
total, siempre llego con maripositas en el estómago. Nunca sé
si me va a quedar bien o no cuando llego al set, y a lo largo de la filmación
se me van despejando las dudas. Generalmente los días de filmación
son los días más placenteros del mes.
Yo siempre digo que yo cobro por la juntas y el día de filmación
es gratis. Preparo muchísimo.
J.A.F.: ¿Cómo preparas los proyectos? Simón Bross:
Les doy muchísimas vueltas, pero en verdad muchas. Como preparo tanto
cada proyecto, tengo la oportunidad de trabajar muy rápido y eso me da
tiempo para improvisar muchísimo en el set (lo que me gusta mucho).
J.A.F.: ¿Cuánto tiempo duran tus juntas? Simón Bross:
Una junta mía nunca dura más de dos horas y mis días de
filmación nunca son de más de 10 horas. Los clientes en ocasiones
piensan que todo es fácil, pero lo que sucede es que preparamos mucho
lo que vamos a hacer. Llegamos con todo muy, muy digerido.
J.A.F.: ¿Cómo es eso de que te gusta improvisar
el mero día de la filmación? Simón Bross:
Cuando llego al set ya tengo planeado el lugar de la cámara, cuál
es la luz, el tono actoral y lo que van a decir. Después de que tengo
filmado todo lo que el cliente me aprobó, entonces empiezo a variar la
luz, el punto de vista de cámara y hasta cambio el diálogo. Y
es que nunca sabes con qué sorpresa te puedes encontrar. Muchas veces
los errores que se cometen en el set generan los grandes aciertos. Por eso yo
estoy provocando todo el tiempo que pasen cosas inesperadas. Generó un
buen caldo de cultivo para que sucedan cosas y que yo pueda tener siempre la
cámara lista con película para filmar.
Mi técnica como director varía también de comercial a comercial.
Tomo de las técnicas rusas, de las americanas, de las que yo he inventado...
Yo soy un director de publicidad, es mi trabajo fundamental. No dirijo comerciales
mientras me cae una película u otra cosa. Yo me dedico a ser director
de comerciales. Eso soy: director de comerciales.
J.A.F.: ¿Tienes planes de dirigir largometrajes? Simón Bross:
Estoy trabajando un guión con Ernesto Anaya, un creativo de la agencia
Lowe. Estamos a punto de terminarlo.
J.A.F.: ¿La historia es de humor negro? Simón Bross:
Exactamente
J.A.F.: ¿Por qué te gusta el humor negro?
Simón Bross: Alguna
vez alguien escribió en una revista que yo sólo sabía dirigir
comedia y sexo, y le mandé una notita que decía: ¿y hay
algo más?
A mí me gusta mucho el humor y el caracter irrersponsable e irrespetuoso
de la copmedia. Pero últimamente estoy haciendo muchos comerciales afectivos.
Yo creo que de repente los anuncios que uno hace se empiezan a parecer a uno,
y quizás creqo que la cuestión afectiva me ha crecido más
a partir de que me dio cáncer y me curé. Esa enfermedad vino a
sensibilizarme.
Fíjate que curioso: cuando me dio cáncer me atacó en mi
mejor momento, cuando ganaba todos los premios y todo mundo me hablaba para
filmar, y cuando te crees muy mjy fregón, viene un ente superior y te
sopla tantito y te avienta como una pajita y te pone en tu lugar. Y curiosamente
luego de que aprendí eso ahora me ha ido mucho mejor, no sólo
en premios sino en cómo me llevo con mis colegas y trabajo más
tranquilo porque me siento menos presionado.
Creo que hoy me han dado los premios del segundo lugar del mundo y el primero
de los últimos cinco años porque no me preocupo como antes me
preocupaba por eso.
Más respuestas de Simón Bross
exclusivas para Canal100.com.mx
1.-
Alguna vez alguien escribió en una revista que yo sólo sabía
dirigir comedia y sexo, y le mandé una notita que decía: ¿y
hay algo más? 2.- A mí
me gusta mucho el humor y el carácter irrersponsable e irrespetuoso de
la comedia, pero últimamente estoy haciendo muchos comerciales afectivos.
Yo creo que de repente los anuncios que uno hace se empiezan a parecer a uno,
y quizás creo que la cuestión afectiva me ha crecido más
a partir de que me dio cáncer y me curé. Esa enfermedad vino a
sensibilizarme. 3.- Fíjate
que curioso: cuando me dio cáncer me atacó en mi mejor momento,
cuando ganaba todos los premios y todo mundo me hablaba para filmar. Y cuando
te crees muy, muy fregón, viene un ente superior y te sopla tantito y
te avienta como una pajita y te pone en tu lugar. Y curiosamente luego de que
aprendí eso ahora me ha ido mucho mejor, no sólo en premios sino
en cómo me llevo con mis colegas. Trabajo más tranquilo porque
me siento menos presionado. 4.- Creo que hoy
me han dado los premios del segundo lugar del mundo y el primero de los últimos
cinco años, porque no me preocupo como antes me preocupaba por eso (por
los premios). 5.- Al principio
de mi carrera sí me preocupaba y mucho por los premios. Yo quería
que me empezaran a dar los mejores proyectos. Una manera de obtenerlo fue a
partir de ganar premios. Y es que en ese tiempo yo tenía que demostrar
que era talentoso. 6.- En la publicidad
sí hay mucha grilla porque es un negocio que maneja mucho dinero. Pero
yo he podido alejarme de la grilla tonta, la que sólo destruye. Tengo
muy buenos amigos en esto. Yo no voy a dejar que hablen mal de tí enfrente
de mí. Seguramente hay mucha gente que me odia en este medio, pero yo
no me doy cuenta. 7.- Yo busco siempre
provocar un ambiente constructivo (por eso llevo casado 25 años con la
misma mujer y sigo enamorado), aunque también sé que debo romper
las reglas. 8.- Un arma secreta
en mi vida es mi mujer (Eri). Yo floto por todos lados. Ando volando todo el
día, igual que mi hijo. Mi mujer y mi hija son como anclas en la tierra.
Cuando yo llego a mi casa la primera persona que confía en lo que hago
es ella, mi esposa, y también es la primera en que me critica y lo hace
sin tapujos. Y ninguna de las dos cosas lo hace ni para alabarme ni para molestarme,
no lo necesita. 9.- Cuando me
encuentro en una situación muy presionada, sólo me acuerdo de
la cara de mis hijos y se me va la presión. 10.- Vivir bien
es un arte en sí. Todo mi trabajo audiovisual no se acerca en lo más
mínimo a lo que yo puedo ver todos los días. Yo nunca voy a poder
reproducir lo que está en la realidad. El arte mayor es lo que veo a
diario realmente. 11.- Yo trato
de no luchar contra la naturaleza de las cosas, sino intento aprovecharla. Por
eso este trabajo se vuelve increíble. Si no hacemos arte, sí nos
la pasamos bastante bien. 12.- Yo sé
que la publicidad no es importante. Sé que importante es un médico
que está haciendo una operación en la que está salvando
a una persona. Importante es un político que está decidiendo si
se va a una guerra o no. Importante es que un político decida si va a
haber o no agua en un pueblo. Finalmente, vender más o menos refrescos
no es importante. 13.-Si al negocio
de la publicidad entras pensando que esto no es tan importante, entonces eso
te quita carga y puedes pensar con más claridad. Y como la publicidad
no es tan importante, por eso hay tanta gente en este negocio que opina gratuitamente.
En México todos nos sentimos publicistas y directores de la selección
mexicana de futbol. 14.-Todo el tiempo
me sucede que me ponen una idea sobre la mesa y rechazo filmarla. Y no siempre
es poque la idea sea mala, sino porque los mismos comerciales me rechazan a
mí. En ocasiones es porque yo no sabría cómo hacer alguna
idea creativa. A los clientes les llego a recomendar que cotizen sus ideas con
otros directores. 15.-Yo doy una
plática que se llama: "Mis diez peores anuncios". Generalmente
se han dado por la combinación de una idea muy mala con una ejecución
fatal de mi parte. Me ha sucedido, generalmente, cuando me desencanto y pierdo
la pasión. 16.- Cuando veo
que los que trabajamos aquí (en García Bross) ya nos sentimos
superchingones, entonces les proyecto el reel de la infamia. Es una colección
de los peores comerciales que hemos hecho. Lo proyecto y les digo: "sólo
recuerden que estas mierdas las hicimos nosotros. No se confíen."
17.- El factor
humildad hace que seas más receptivo a los otros y que sigas aprendiendo
de los otros y de la vida misma. Si no tienes humildad tiendes a repetirte.
Por eso si tú ves mi reel, parece el reel de un esquizofrénico
(parece que lo dirigieron unos 15 directores diferentes). 18.- La publicidad
es un muy buen lugar para generar racismo, hay que tener mucho cuidado en no
ser unos irresponsables. 19.- Veo mal a
la televisión mexicana hoy. Noto una gran carencia de contenidos. La
gente que hace los programas de la televisión neesita recurrir a gente
que genere ideas. Gente del mundo de la literatura, la televisión, el
cine... 20.- Me interesó
Big Brother cuando lo lanzaron. El problema ahora es que la fómula se
está repitiendo. El último Big Brother es inchutable. Yo soy buen
amigo de Pedro y lo quiero mucho, pero a mí eso de que ya se volvió
todo VIP, que no se escuche ni un tema interesante de los que participan en
la casa, de que sólo lo vacío, las chichis y los culos es entretenimiento,
a mí no me parece. 21.- Los canales
11 y 22 de repente se pasan de aburridos. Es como cuando ves en el canal National
Geographic a los elefantes caminado por la sabana con toda calma. 22.- A mí
me parece que lo que está pasando ahora en la política mexicana
es mucho más interesante que Big Brother. Yo no soy panista, pero el
simple hecho de que haya cambiado el gobierno a otra cosa que no sea el PRI,
ya me parece interesante . Sé que el país no va también
como debería, pero creo que tenemos un camino democrático muy
largo que andar. La gran libertad de expresión es un mito porque las
fuerzas oscuras de este país son muy fuertes Creo que hay grandes censores
en este país todavía. Hay un señor que dice que Big Brother
no tiene que pasar al aire, pero el hecho de que alguien lo censure no me parace.
creco en lo que decía Voltaire: puedo estar de acuerdo o no contigo,
pero voy a dar mi vida porque tú puedas dar tu opinión. Si hay
un viejito de derechas, que todos sabemos como se llama, que quiere dictar la
ética en este país, yo te puedo decir que a mi papá ya
se me murió el año pasado, y yo no necesito otro papá.
Yo estoy muy enojado con las asociaciones de censura. De pronto en el país
me siento como en las épocas de Franco.
¿Por qué las telenovelas mexicanas clásicas siguen siendo modelo a seguir en todo el mundo para productores, directores y guionistas?
Porque las telenovelas mexicanas tienen su propio lenguaje y retratan la realidad tal cual, llena de envidias, avaricia, ambición y también amor y honestidad; por eso conectan con el público