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Por José Antonio Fernández
Fernández
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Arcelia Ramírez es la actriz que conectó a los jóvenes de los noventa con el nuevo cine mexicano. Emblemáticas son sus películas La mujer de Benjamín (la segunda cinta mexicana más premiada de la historia) y Cilantro y Perejil.
Las dos comedias acercaron a las salas al públicoen buena parte porque encontraron a una mexicana auténtica en pantalla, bella por naturaleza, que supo interpretar a la nueva generación sin el estereotipo del cine mexicano dramático de la Época de Oro o del nuevo de la Condesa, Polanco o Coyoacan.
Arcelia Ramírez proyecta su mexicanidad al natural, la vive. Es mexicana de pies a cabeza, también latina. Su mirada lanza rayos de felicidad o tristeza por lo que vive, es convincente a rabiar. Nunca representa en caricatura a ninguno de sus personajes.
Es verdadera Arcelia Ramírez, luz en pantalla.
José Antonio Fernández: ¿Qué te dicen los Estudios Churubusco, qué sientes al estar aquí celebrando sus primeros 70 años?
Arcelia Ramírez: Al principio de mi carrera como actriz siempre fue una gran emoción venir a los
Estudios Churubusco. Entrar representaba la ilusión de hacer contacto con algún productor o director que buscaba encontrar a la actriz ideal para su próxima película.
Esa gran emoción la sigo sintiendo hoy cada vez que llego a los Estudios, los pasos a seguir son los mismos, la adrenalina es muy fuerte. Hay muchos sentimientos que se cruzan cuando vas a una cita en la que tienes la posibilidad de ser elegida para participar en un largometraje.
Aquí en Estudios Churubusco he hecho algunas de mis películas, es un espacio que guarda un montón de recuerdos y también que es futuro. Es un lugar fantástico.
Hay que cuidar y defender a Estudios Churubusco. Debemos trabajar para que cada vez funcionen mejor y sean estables.
José Antonio Fernández: Cuidas mucho la selección de personajes para hacer tus películas, observo que no aceptas tan fácilmente participar en un largometraje.
Arcelia Ramírez: Cuando me proponen una película lo primero que hago es leer el guión, ahí es donde me doy cuenta cómo está estructurada la historia, la lógica del personaje y la riqueza. Puedo conocer también el nivel de complejidad, qué tan profundo es el planteamiento, cuál es su universo. Me identifique o no con la historia, también me es posible sentir que en ese guión me quiero ver.
Cuando leo un guión me gusta sentirme seducida por el universo de la ficción que está narrando.
Es toda una sensación que te baña cuando estás en esa primera lectura. Y te puedo decir que me duele haber dicho que no a películas por haber tenido justo en ese momento otros compromisos laborales, es el drama de nuestra profesión.
José Antonio Fernández: La carrera del actor es tierra de temporal, no siempre llueve. ¿Cuál es el tipo de películas que te gusta hacer?
Arcelia Ramírez: Me gusta el nuevo cine mexicano que combate el escepticismo que tiene el público con nuestras películas. Quiero hacer largometrajes que tengan humanidad, poética. Que sean artísticos,
que apuesten por la estética.
Quiero hacer películas que estén bien hechas, bien filmadas, que se escuchen bien (problema histórico que siempre acecha al cine mexicano).
Me gusta hacer cine de autor, aunque de pronto no sabemos bien a bien qué significa eso de cine de autor. Para mí es que exista un compromiso del director por decir algo de fondo, importante, largometrajes que hablen de la complejidad del ser humano y de la existencia. Y que también sean películas que tengan esa narrativa divertida, como las que se hacían en el primer momento del nuevo cine mexicano, como es el caso de La mujer de Benjamín, Solo con tu pareja y Cilantro y Perejil. Eran comedias más elaboradas, más inteligentes, con una comicidad muy articulada. Fue el tiempo en que el cine mexicano se empezó a diversificar en temáticas y también en colores y matices. Se dio una muy buena generación de guionistas, directores y fotógrafos, también de actores y actrices. Ese tipo de cine me fascina, cuando lo vi, dije: es justo lo que quiero hacer.
En esa época conté con la enorme fortuna de trabajar con Marisa Systach, quien me dijo: "siempre te dan el papel de buena, de la cándida Eréndira, pero tú eres la abuela desalmada, y esa es la que yo quiero ver en escena", y me empezó a invitar a interpretar personajes que no tenían nada que ver con la percepción que tenían de mí algunos directores y productores.
José Antonio Fernández: Eres buena, naturalmente buena. Proyectas bondad.
Arcelia Ramírez: Marisa Systach me forzó a ampliar el registro, a que tuviera la osadía de hacer personajes distintos, incluso más grandes de mi edad.
Cuando Marisa me propuso que fuera la mamá en la película Perfume de violetas, una historia muy fuerte, en la que no cabe la comedia, me obligó a caracterizarme porque yo era muy joven cuando hice ese personaje (Alicia, la mamá). Debí subir de peso, buscamos un vestuario que se me entallara mucho al cuerpo, se me debía notar que era voluptuosa. Cuidamos todos los detalles, construimos el personaje considerando todos los aspectos que forman una personalidad. Hicimos un trabajo de investigación importante que incluyó un Taller de actuación en el que yo era la maestra.
Aclaro que no soy maestra de actuación, respeto profundamente a los maestros que nos enseñan a actores y actrices. En este caso el Taller formó parte de todo el trabajo de construcción de personajes para la películaPerfume de violetas.
La intención del Taller fue que yo estableciera una relación vertical con las jovencitas porque sería una de las mamás en la historia. El Taller ayudaría a que me vieran como autoridad. El resultado fue que logramos construir un personaje verosímil desde el origen del proyecto.
José Antonio Fernández: Creo no equivocarme al decirte que el dinero no es lo más importante para que tú aceptes o no participar en una producción. ¿Es así?
Arcelia Ramírez: Efectivamente, el dinero no es mi prioridad, aunque también hay que saber cómo estar en el rango de los presupuestos y encontrar la manera para que el trabajo se valore.
En mis decisiones siempre ha pesado más lo artístico que la cantidad que puedo ganar por realizar una producción.
José Antonio Fernández: ¿Tuviste la tentación de contratarte en películas hechas en Hollywood?
Arcelia Ramírez: No cambio por nada los desafíos teatrales y cinematográficos y las aventuras en televisión en las que he participado en México. Considera que los personajes latinos de Hollywoodson muy acartonados. Es una línea que no exploré,
Claudia Becker me insisitió que lo hiciera, pero...
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