Martha Higareda es el símbolo sexy de la generación que vio en ella (quizá por primera vez) a una linda mujer desnuda en pantalla que conquistó a los espectadores mostrándose tal cual, como es, hermosa y con ese toque gracioso y fresco que la hace ver todavía mucho más sensual.
Su rostro y mirada proyectan dulzura y fuerza salvaje a la vez, es como una pantera que merodea por la selva buscando a su presa y que también puede juguetear en el agua del río manso sin preocupaciones. Con el largometraje
Amarte duele dio su primer gran golpe en taquilla: es una película emblemática porque logra unir a los pobres con los ricos, lo que procura y logra en muy pocas ocasiones el nuevo cine mexicano. Esa estrategia fue la más socorrida por la Época de Oro del cine nacional, creó ese sello inconfundible de mexicanidad.
Luego vino Niñas mal, cinta que la consolidó como la nueva gran estrella del nuevo cine mexicano con toque comercial.
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Muchos podrán decir que Martha Higareda se ha hecho fama porque "enseña las chichis en todas sus películas", lo que sin duda no es del todo cierto. Son decenas las actrices de México y el extranjero que "muestran las chichis" y no son recordadas por el público. Lo cierto es que los desnudos no garantizan la taquilla y tampoco la buena o mala fama.
Mi hipótesis: Higareda tiene un encanto especial porque se arriesga y lo hace de forma auténtica. Cree en sus personajes, por eso sus desnudos tienen poder. Sus chichis frente a cámara no van en dirección al porno, no son desnudos tontos ni gratuitos, como pudiera pensarse, el público los recuerda porque encienden los ánimos de la escena para que los espectadores comprendan ese momento de la narración con todo su poder.
Lo que apunto significa que Martha Higareda sí ha encontrado los momentos precisos para mostrar sus atributos, los que por cierto en sus primeras películas tenían la gracia mayor de ser naturales al cien por ciento.
Hoy cada vez que se estrena una película de Martha Higareda, en las redes sociales se publican cualquier cantidad de memes y frases relacionadas con sus desnudos: despojó del mochismo a toda una generación que se divierte con ella. Ahora ella persigue el gran sueño de ser reconocida también como una gran actriz. Lo es.
La fama de Higareda es tal, que tiene la posibilidad de potenciar cualquier cinta. Sabe que cuando esa
generación todavía joven se sienta a ver una de sus
películas, de recién estreno o no, cantan en coro aunque sea en voz bajita para sí mismos, con una sonrisa:"chichis pa' la banda, chichis pa' la banda...".
José Antonio Fernández: Eres consentida de toda una generación de jóvenes que siguen siendo jóvenes. Eres LA CONSENTIDA, así con mayúsculas.
Martha Higareda: ¡Y qué bueno que siguen siendo jóvenes porque eso significa que yo también aún
soy joven!
Estoy muy contenta porque en los premios Canacine nominaron a la película Cásese quien pueda en cuatro categorías: Mejor Película, Mejor Actriz (Martha Higareda), Mejor Campaña Publicitaria de una película mexicana y Mejor Canción de una película mexicana.
El hecho de que tengamos esas 4 nominaciones es ya un logro muy grande, aunque no obtuvimos ninguno de los premios.
José Antonio Fernández: Si bien puede fallar la fórmula, lo cierto es que cuando el nombre Martha Higareda aparece en el elenco de una película el pronóstico es que hará taquilla. Y la hace.
Tienes un conecte muy fuerte con el público de varias generaciones.
Martha Higareda: Me gusta muchísimo hacer esas películas que a mí me gustaría ir a ver al cine.
Además quizá tengo un gusto muy comercial, o algo así, porque acepto interpretar papeles en largometrajes que sí logran atraer al público.
He tenido la fortuna de trabajar en cintas que les ha ido bien en taquilla, por supuesto quiero seguir haciendo ese tipo de historias. Pero al mismo tiempo deseo empezar a interpretar otro tipo de personajes que sean un reto mayor en mi vida como actriz.
Estar en esta zona de confort que he tenido hasta hoy en el cine, por supuesto que representa para mí un atractivo, porque sé muy bien cómo la puedo manejar. Sin embargo, considero que es momento de iniciar con otro tipo de
proyectos que me exijan un mayor esfuerzo actoral.
José Antonio Fernández: ¿Iniciaste ya con algún nuevo proyecto que cumpla con esa nueva expectativa?
Martha Higareda: Empiezo con una película que se llama Vive por mí, que es más independiente y de
festivales. Representa ese reto que también busco.
José Antonio Fernández: Quiero que me aclares algo: ¿te han sido fáciles estas películas "comerciales" en las que has conectado con el público?
Martha Higareda: No, de ninguna manera.
No quise decir que fueron películas fáciles para mí. Cada una en específico, en su género, fueron un reto sin duda tanto actoral como personal.
Lo que sucede es que últimamente escribo, produzco y también soy actriz, lo que por supuesto es muy complejo. Lo he disfrutado muchísmo.
Cuando me lancé a ser productora, estudié qué hacen cada uno de los departamentos. Me di cuenta que detrás de cada película hay una gran cantidad de trabajo, tanto que ahora selecciono con mucho más ojo los proyectos que quiero hacer.
José Antonio Fernández: ¿Ves ahora de otra manera el trabajo de productores y directores?
Martha Higareda: Claro, sin la menor duda. Se me abrieron los ojos.
Te explico así lo que ahora percibo con total claridad: hay tanta gente que trabaja detrás de cada película y hay tanto público que espera ver un buen largometraje en la sala, que más le vale a un productor o director que piense bien cómo hacer mejor esa
película que quiere llevar a la pantalla.
Son muchos los involucrados en la industria cinematográfica y todos merecen que se produzcan largometrajes que valgan la pena.
Imagina que la gente decide salir de la comodidad de su casa para ir al cine. Llega a la sala y busca en la cartelera, después selecciona una película y paga un boleto en taquilla. Es todo un ritual el que necesita hacer cada persona para ir a ver un largometraje, por eso justamente es que quienes hacemos cine tenemos una gran responsabilidad con el público.
Cada vez que las personas deciden ir al cine gastan dinero y, sobre todo, su tiempo, que para todos es muy valioso.
El tiempo es algo que debemos valorar muy en serio.
José Antonio Fernández: ¿Hoy te sientes obligada a valorar al máximo el tiempo que las personas dedican a ver tus películas?
Martha Higareda: Como escritora, productora y actriz estoy obligada a que me importe el dinero y más que nada el tiempo que la gente dedica para ver una película, que va más allá del tiempo mismo de duración de cada largometraje.
El tiempo es de lo más valioso que tenemos todas las personas en el mundo.
Hay que tener cuidado con las historias que se ponen en pantalla. Si se dice que son historias de arte, entonces que en verdad lo sean. Si en cambio en los anuncios permites que la película se identifique como una cinta comercial, entonces el público tomará su mejor decisión.
José Antonio Fernández: Por lo que me dices, interpreto que buscas ahora seguir participando en películas comerciales pero también quieres hacer cintas de arte.
¿Es así?
Martha Higareda: Exactamente, así es mi deseo ahora.
Para mí sería fabuloso que fuera de esa manera.
José Antonio Fernández: ¿Ves la posibilidad de que películas comerciales tengan también ese nivel de propuesta estética y de contenido que dan mayor poder a las películas de arte?
Martha Higareda: Sí puede darse esa mezcla, un ejemplo es la película argentina El hijo de la novia, que es una de mis favoritas. Fue un gran éxito en Argentina, tiene un nivel artístico muy alto y al mismo tiempo puede ser vista por una gran cantidad de público.
La historia sabe tocar ciertas fibras que son valores universales, todo en conjunto le abrió la llave del éxito.
Pero la mejor combinación no se da todos los días, es extraña, muy difícil de conseguir. Pero hay casos.
"Amigos" (Intouchables) es una película francesa que igualmente logra esa mezcla, gran éxito de taquilla en Francia y al mismo tiempo una obra de arte.
Sé que me falta todavía mucho tiempo para que aprenda a hacer ese nivel de películas, pero es mi deseo.
Quiero hacer de esas películas que el público las recuerde siempre por su forma y fondo