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Por José Antonio Fernández
Fernández
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en la Revista Telemundo, realizadas por José Antonio Fernández con:
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Gary Alazraki es el director de Nosotros los Nobles, la película mexicana más taquillera de la historia con más de 7 millones doscientos mil boletos pagados, más del 30 por ciento que cintas como El Crimen del Padre Amaro, Amores Perros y Sexo, Pudor y Lágrimas que habían logrado cada una más de 5 millones de asistentes a las salas en su corrida de estreno.
De un sólo golpe, a sus 36 años Gary Alazraki se convirtió ya en un personaje histórico para el cine mexicano. En la entrevista cuenta que él mismo escribió 18 tratamientos de guión para Nosotros los Nobles.
Cuidó paso a paso su primer largometraje, su tremendo éxito no es fruto de la casualidad.
Recuerda que cuando vio El gran calavera de inmediato se inspiró para producir su propia versión que sería distinta. Pagó por los derechos a la familia de Adolfo Torrado, el autor de la historia original de la película de Luis Buñuel, para escribir su propia adaptación.
Gary Alazraky es un observador del cine producido en Estados Unidos, revela que en Nosotros los Nobles aplicó una vieja técnica hollywoodense: poner al pez fuera del agua, "entonces es cuando se puede encontrar una historia diferente que despierte interés e incluso sea inspiradora".
El director Simón Bross, a quien considera amigo, guía y maestro, le acompañó muy cerca en el proceso. Recibió también recomendaciones de su papá, el famoso publicista Carlos Alarazki: le sugirió que los personajes fueran entrañables. Así son.
Gary Alazraki trabaja en la casona del Grupo Alazraki, en un espacio aproximadamente de 10 por 6 metros que comparte sin divisiones de por medio con otras 8 personas. Está educado para enfrentar la batalla de la producción, es cabeza de la productora. Ese ambiente colectivo que vive a diario en su oficina (dice un miembro del equipo: "aquí andamos en chones"), sin duda se refleja en la picaresca y los personajes vivarachos de Nosotros los Nobles.
A lo largo de 18 meses que le llevó escribir el guión, Gary Alazraki cuidó personalidad, motivaciones y modo de reaccionar de cada uno de los personajes.
Quizá la característica más importante que le imprimió a la historia, es que ningún personaje tiene compasión de otro, eso le da realidad a la cinta. En sus palabras, todos en su medida tienen una dosis "gandalla".
Me identifico con la película porque en mi familia se dio una quiebra económica cuando yo tenía 18 años, que por fortuna me enseñó mucho más de lo que perdimos.
Atribuyo el éxito de Nosotros los Nobles a que es una cinta sincera, clara, auténtica, creativa, crítica, actual y divertida.
José Antonio Fernández: Al día de hoy ya estás en la enciclopedia del cine mexicano en un lugar muy importante, ¿imaginaste en algún momento que tendrías tanto éxito con tu película Nosotros los Nobles, que además es tu ópera prima?
Gary Alazraki: Lo soñé, no lo imaginé.
Alejandro González Iñárritu estrenó Amores Perros a sus 35 años, con su ópera prima fue nominado al Oscar y ganó en el Festival de Cannes. Alfonso Cuarón me llamó mucho la atención cuando vi su primera película, Sólo con tu pareja.
También con su ópera prima demostró la capacidad que tiene para contar historias. Ambos son inspiradores para mí.
Yo tenía ganas de hacer una película tipo Hollywood en español que sí conectara con el público, pero te confieso: nunca imaginé que llegaría a tal grado.
José Antonio Fernández: ¿Cómo defines eso de hacer una película tipo Hollywood pero en español?
Gary Alazraki: Hollywood trabaja produciendo géneros y los tiene muy estudiados. Ubican al monstruo en la casa, a la familia y un pecado que detone a ese monstruo. Así pueden hacer Alien o Tiburón, reconocen muy bien este tipo de historias y producen sus mezclas.
La técnica de Hollywood la observo así: cuando Aladino sale de la botella y concede un deseo, entonces eso provoca algo, las cosas ya no quedan igual. Sucede todo el tiempo con sus súper héroes.
Por supuesto, si aplicas esta técnica de Hollywood de hacer cine por género sin honestidad, corres el riesgo de caer en clishés. Es necesario que en el alma de la historia exista una parte real que sea arquetípica, entonces puedes lograr que la película se sienta fresca y familiar a la vez. Hollywood lo
consigue todo el tiempo desde hace décadas.
José Antonio Fernández: ¿Cómo explicarías lo que hiciste con Nosotros los Nobles?
Gary Alazraki: Es poner al pez fuera del agua. No es el pez más sagaz, puedes verlo hasta tonto, porque además ya no está en su elemento, pero sale adelante.
En este caso el pez es toda la familia. El papá es bastante sabio y también bastante tonto.
La historia se resume en un papá que decide darles una lección a sus hijos porque se da cuenta que están echados a perder. Para hacerlo exterioriza la culpa, es decir, los tacha de culpables e inmaduros o tontos cuando en realidad el tonto ha sido él mismo porque como papá ha descuidado a sus hijos: "les dio todo" pero no estuvo presente con ellos, y les echa la culpa de ser como son a pesar de que todo lo tienen.
La historia se desata porque el papá no se preguntasi él hizo algo mal o si por su culpa sus hijos son como son.
José Antonio Fernández: He escuchado comentarios de gente que reprueba que el papá pida perdón a los hijos al final de la película.
Gary Alazraki: Lo sé, especialmente reprueban ese final los papás que tienen hijos que están bastante echados a perder.
Yo creo que cualquier conflicto se arma por dos partes, necesitas dos palmas para aplaudir.
Sucede que cuando no puedes reconocer tu mínima responsabilidad en un problema, es común que respondas: "sí, reconozco lo que yo hice, pero TÚ hiciste tal y cual y bla-bla-bla". Y subrayas ese TÚ con mayúsculas para denotar culpabilidad y al final zafarte de tu responsabilidad.
Justo por esto que te planteo, es muy importante que el papá pida una disculpa al final de la película tomándose muy en serio, sin ninguna complacencia ni argumentando justificación alguna. Pide una disculpa verdadera. Esa actitud siempre sana conflictos.
Desde mi punto de vista, los papás que reprueben esa disculpa del papá se están perdiendo de la parte más importante de la película, en la que el papá reconoce su responsabilidad de echarlos a perder.
Añade que el papá, para solucionar el problema que ve en sus hijos, para darles esa lección, prefiere mentir, manipular y engañar. Esa conducta demuestra un patrón constante en él, que es NO comunicarse con sus hijos. No lo hace. Sus hijos son así porque él no se comunica con ellos.
Cuando el papá ve que sus hijos son un desastre, lejos de comunicarse con ellos decide montarles una farsa: los lleva a vivir a un barrio pobre y les fabrica toda una mentira.
En esa nueva circunstancia, lo que él mismo acaba viviendo, sin darse cuenta, es que se le abre la oportunidad de comunicarse con sus hijos por primera vez. Eso no lo tenía planeado, surge sin que él tuviera la intención. Ahí es cuando se platican, el papá incluido, cómo perdieron la virginidad, lo que no es muy común, y descubre que su hija padece bulimia, uno de sus hijos dislexia y se entera de otras cosas más que debió saber mucho antes.
Esa comunicación era lo que la familia necesitaba y el papá no estaba ni enterado.
José Antonio Fernández: Todo esto que me cuentas es interesante, porque cuando se comenta la película se habla mucho de los hijos pero poco del papá.
Gary Alazraki: Definitivamente los hijos dan mucho de qué hablar, pero ellos no existen en un vacío.
Los jóvenes son productos de papás que tratan de salvar sus traumas en la cabeza de sus hijos, entonces les dan las oportunidades que ellos nunca tuvieron para que los hijos puedan hacer lo que ellos nunca hicieron. Dicen los papás: "imagínate, si yo logré hacer las cosas en las condiciones en las que yo estaba, lo que harán ellos con una mesa puesta como a mí me hubiera gustado tener".
La fantasía de la mesa puesta impulsa a los papás a darles más y más cosas a los hijos, según sus posibilidades. Les dan hasta las llaves de la empresa antes de que terminen la carrera y si pueden les cambian el coche cada año. Lo increíble es que un buen día se atreven a decir: "es que mis hijos no entienden nada de la vida, ¡esta generación está echada a perder"! Eso dicen cuando en realidad no es una generación echada a perder, ¡son sus hijos! Lo que sucede es que esos papás los pusieron demasiado cómodos y les robaron la posibilidad de perseguir un sueño y de formar un carácter.
José Antonio Fernández: ¿A quién sientas en el sillón de los acusados en Nosotros los Nobles, al papá?
Gary Alazraki: A ambos, al papá y a los hijos.
Al principio de la película es muy divertido echarle dardos a los hijos. Es súper divertido verlos ensuciarse las manos y aprender por sí mismos un poco del resto de la vida real. Ya en la segunda parte, a quien le toca estar en ese sillón es al papá.
José Antonio Fernández: ¿Por qué te identificaste con esta historia? Claro está que es totalmente actual, millones de personas más se han identificado con ella.
¿En qué momento surgió la inspiración o la revelación para filmar Nosotros los Nobles?
Gary Alazraki: Creo que se dieron varias situaciones de forma más o menos simultánea.
Te cuento: después de abrir una casa productora ayudado por Simón Bross, para que yo pueda volverme empresario junto con Pitipol Ibarra, vi en Simón a un hombre de gran éxito ser totalmente generoso y humilde. Es una persona que puede tener muchas cosas a la mano, pero sigue siendo un ser humano súper accesible.
Por otra parte, hoy yo tengo novia y con ella estoy construyendo un futuro.
A lo que te platico, suma que una noche fui con mi novia a una discoteca y me encontré con niños que nada han construido con sus propias manos, tienen lo que han recibido de sus papás. Vi cómo para ir al baño se hacían paso a codazos. Fue una de las noches más desagradables para mí estar rodeado
de ese entorno, después de tanto tiempo de no frecuentarlo. Tiempo atrás yo me movía como pez en el agua en cualquiera de esos antros, pero ahora que vivo de los recursos que yo mismo genero no me hizo sentido irme a gastar tres mil pesos en una mesa para que me sirvan un pomo (botella).
Si ves todo ese ambiente del antro desde afuera, es un ritual bastante primitivo para demostrar tu estatus, conquistar y tener sexo.
Antes de esa noche yo ya llevaba mucho tiempo yendo a lugares, que no son antros, en los que podía ligar y hacer amigos mucho más interesantes, con quienes al no estar borrachos es posible tener conversaciones más estimulantes (si las comparas con la típica que se da en los antros, que es muy limitada: "¿Cómo has estado, güey? ¿Hace mucho no te veo, güey, te acuerdas que éramos cuatísimo de niños?").
Al regresar a la discoteca esa noche, pude ver también que esos egos estaban crecidos, que se sentían dueños del universo y lo demostraban con su dispoción a gastar el dinero que fuera. Vi esa prepotencia de un poder que ni siquiera ellos habían logrado con su propio trabajo. Todo lo que vi de golpe esa noche, me pareció que se merecía una crítica.
José Antonio Fernández: ¿En qué momento te encuentras con la película El Gran Calavera?
Gary Alazraki: Yo estaba trabajando en otro guión y buscaba una película para ponerla de referencia en el largometraje que entonces escribía. Por esa razón vi El Gran Calavera.
La primera parte de la historia no me servía de nada, ahí la familia engaña a un papá borracho para que deje de tomar. Le hacen creer que quebró para que ya no despilfarre su dinero. Pero a la mitad de la película es el papá quien decide darle una lección a sus hijos, y ahí es donde me contacté con la historia.
Prácticamente de inmediato nos lanzamos a conseguir los derechos del autor original. Es una obra de teatro del español Alfonso Torrado, de la que tomé la anécdota de los hijos.
Por mi parte desarrollé la historia de los tres hijos y los mundos a los que entraron. En eso me llevé 18 meses.
José Antonio Fernández: ¿Hiciste tú sólo el guión de Nosotros los Nobles?
Gary Alazraki: Me perdí horrible por ahí del tratamiento 6 y les llamé a Adrián Zurita y Patricio Saiz. Trabajaron conmigo otros seis borradores.
Ellos me ayudaron a salirme del pantano en el que me había metido.
A partir del borrador 13 me seguí de nuevo escribiendo yo sólo otros 8 meses hasta tener el guión final. Lo conseguí al escribir el tratamiento número 18.
José Antonio Fernández: Me queda muy claro que te empeñaste en hacerlo muy bien.
Gary Alazraki: Lo más importante para mí era lograr una estructura hollywoodense que cuadrara.
En la estructura de Hollywood tienes típicamente a un personaje que se enfrenta con un antagonista que no deja que consiga algo, entonces es cuando el protagonista entra en un ambiente opuesto al suyo que le exije ir conquistando obstáculos.
Lo complejo del segundo acto en Nosotros los Nobles, es que el papá, que justamente es el protagonista, se vuelve completamente pasivo.
Eso me obligó a preguntarme quiénes son mis personajes principales y de quién voy a contar la historia, ¿de los hijos o del papá?
Descifrar esa arquitectura me llevó mucho tiempo, fue muy difícil.
Aún cuando al inicio a simple vista parece que sólo narro la historia de un papá que no quiere que su hija rica se case con un gigoló, razón por la que el papá decide finjir la quiebra con el objetivo de frenar la boda, y de paso también cuento lo que sucede con sus otros dos hijos que están echados a perder, en realidad en pantalla lo que terminas viendo es una familia con ausencia de comunicación entre el padre y los hijos. Es, como te mencioné, el clásico papá que cree ser responsable porque "les da todo".
En términos de la estructura de Hollywood que expliqué antes, claro está que el villano es el gigoló, es quien se encarga de sacar a los protagonistas de su entorno, el que pone al pez fuera del agua. Es quien provoca que se dé la historia, por eso está presente siempre y cobra importancia al final.
Me llevó catorce tratamientos de guión separar (en la historia) a la hija de los hermanos. Entendí que no podía aglomerar a los 3 hermanos en una sóla trama porque el villano nada tiene contra los hermanos.
A lo largo de los primeros 14 tratamientos, la boda del final era de blanco, de merengue. En esas primeras versiones quien frenaba el casamiento era Lucho, no el papá. Cambié la solución porque sentí que se volvía una telenovela.
Si Lucho hubiese evitado la boda, entonces el papá (Germán) no habría sido héroe y el público hubiera visto en pantalla el típico triángulo de amor.
Esa opción no era buena, por eso incluí la idea del fideicomiso, que se me ocurrió en el borrador 16 leyendo el guión con Simón Bross en su casa.
Simón me dijo: Peter (el gigoló) debe ser un villano, villano, ¡villano! Ahí fue que hicimos los cambios para que Peter decidiera chantajear a la familia y abriera paso a la venganza del papá (contra Peter).
José Antonio Fernández: Veo que Simón Bross es muy importante en la película Nosotros los Nobles.
Gary Alazraki: Para mí es un hermano mayor.
José Antonio Fernández: ¿Jugó el papel de brújula, de guía?
Gary Alazraki: Durante años lo ha sido, tanto en dirección de comerciales, como empresario y también en esta película.
José Antonio Fernández: Me queda muy claro que pudiste realizar una primera película que tuviera un tono más intelectual con elementos de producción, guión y fotografía más depurados en el sentido académico, pero tomaste otro camino.
¿Por qué tu decisión?
Gary Alazraki: Las comedias de los ochentas que hizo John Landis, como Trading places y Coming to America con Eddie Murphy, eran mis referentes. En esas películas no es la foto la que tiene que brillar, se volvieron clásicos por sus historias y sus actuaciones.
Yo quería hacer ese tipo de cine, el de la comedia de los ochenta en Hollywood.
José Antonio Fernández: Por eso te la jugaste claramente con tus actores.
Gary Alazraki: Así es. Busqué actores que me hicieran reir. Ese fue mi criterio de selección.
José Antonio Fernández: ¿Qué has aprendido de Carlos Alazraki?
Gary Alazraki: Muchísimas cosas.
Específicamente para la película, me dijo que no importaba tanto la factura visual si podía lograr una historia y unos personajes entrañables.
Más respuestas de Gary Alazraki publicadas en exclusiva por Canal100.com.mx / Sección Revista / Entrevistas
José Antonio Fernández: ¿Qué tanto espacio le diste a los actores?
Gary Alazraki: Mucho, muchísimo. Para que sea fresca, la comedia debe ser del comediante.
El guión tenía de origen mucho humor, pero el 60 ó 70 por ciento de los chistes que hacen reír al público no venían en el guión, surgieron en el set. Fueron remates que se dieron en los ensayos.
Por ejemplo, el rolling gag de "te voy a partir tu madre" de Javi (Luis Gerardo Méndez) no estaba en el guión. Se dio por la siguiente circunstancia: Luis Gerardo me pidió que yo le actuara el tono de su personaje. Entonces le hice el gag, recordando un clishé que tengo con mi hermano (Mark). Esa bravuconada ("te voy a partir tu madre") le sirvió a Luis Gerardo para entrar en personaje (Javi, antes de correr cámara). Fue él quien de forma espontánea incluyó el "te voy a partir tu madre" en algunas escenas. Divierte al público, los espectadores esperan que repita el gag para reírse de nuevo.
Además, el gag colabora para definir su personaje, porque Javi trae un pleito con Anuar, el socio del papá, y también con todos los demás.
El día que Javi se agarra a madrazos y de inmediato lo noquean, la escena divierta al público por el gag de "te voy a partir tu madre".
Esa frase de "Te voy a partir tu madre" es parte muy importante de la película.
También en el mismo set se dio la expresión de Karla: ¿estamos en Tailandia? y cuando empeña el reloj Bulgari.
Lo importante es que todos nos conectamos para añadir detalles y detalles a las reacciones de los personajes, siempre tratando de ser inteligentes y de enriquecer lo que sucede en cada escena.
Subrayo: todos siempre en cada propuesta apelamos a la inteligencia del público, y eso funciona muy bien. Los espectadores van armando la historia de toda la familia y también de cada personaje.
Sé que Woody Allen envía el guión a sus actores con una nota: si tienes algún cambio, no hay problema. En esa etapa no los dirige, sólo les pide cuidar la esencia del personaje.
José Antonio Fernández: El dinero es un personaje muy importante en Nosotros los Nobles. Le das duro al dinero.
Gary Alazraki: El dinero es un personaje determinante en nuestra sociedad, ¿Quién lo tiene y quién no, cuánto tienen los que lo tienen?
¿Cómo usas el dinero y para qué te sirve?
Familas pelean por dinero, sociedades (empresas) se rompen por dinero.
Muchas personas consideran que el dinero es energía. Si utilizas bien el dinero, puedes crecer año con año. Un buen ejemplo es Cinépolis, invirtieron bien su dinero y rebasaron a Cinemex. No pidieron dinero prestado, crecen con sus ingresos y hoy son una de las cadenas de exhibición más importantes del mundo.
José Antonio Fernández: Nosotros los Nobles le ha movido el tapete a la comunidad cinematográfica, muchos la critican fuerte, otros no comprenden por qué tanta taquilla. Se comenta mucho sobre ella.
Gary Alazraki: No conozco a muchas personas de la comunidad cinematográfica. Ninguno antes de esta conversación me ha dicho algún comentario concreto sobre la película.
Hasta cierto punto puedo compartir la sorpresa que han recibido, porque sólo filmamos una comedia. Me doy una explicación: si tú no le das agua a alguien durante tres días, al cuarto día va a tener muchísima sed. Si en ese cuarto día le ponemos una jarra de agua enfrente con un vaso al lado, te aseguro que el sediento tomará directo de la jarra. Así respondió el público.
Yo pregunto: ¿hace cuánto tiempo que no se le entregaba al público de México una película de comedia narrada en tres actos aristotélicos, que no se salen de una premisa: un pez fuera del agua?
Añade que hace mucho el cine mexicano no le daba un final feliz al público. Aclaro que no es tan feliz, los personajes siguen teniendo problemas y eso lo saben los espectadores.
José Antonio Fernández: ¿A tí te gusta la familia, procuras vivir en familia?
Gary Alazraki: Sí me gusta la familia, aunque vivir dentro de la familia puede resultar cansado porque te mueves a un ritmo mucho más lento.
Te respondo así: cuando tienes familia, es rico tomarte un descanso de la familia. Pero cuando la gente no tiene familia, eso sí que es otra cosa. Es complicado.
José Antonio Fernández: Desde que vi Nosotros los Nobles, he dicho y escrito una y otra vez que su éxito se debe a que es clara y sincera. Esto implica el suponer que la hiciste como una necesidad de expresión, más que con un interés de hacer taquilla.
¿Compartes lo que afirmo?
Gary Alazraki: Cien por ciento, subrayando que hacer taquilla no cancela la posibilidad de expresarse.
Leo Zimbrón, el productor, me noqueó distintas escenas para que no perdiéramos la clasificación B. Intencionalmente, por estrategia de mercado, el sexo fue satelital y no filmamos desnudos.
Pero el trabajo con los actores lo hice buscando comunicar. El referente de la película soy yo mismo, así es que fui yo el que busqué siempre descifrar lo que sucedía en cada escena. Eso provocó también sinceridad de los actores. Toma en cuenta que en muchas de las secuencias nos burlamos de nosotros mismos.
Cuando eres sincero no eres suave. Hay que ser duro en la crítica y también en la autocrítica.
José Antonio Fernández: La película tiene un trato muy cariñoso con los "pobres", no los ve ni más ni menos, lo que es poco común.
Gary Alazraki: Los primeros borradores ponían a lo pobres predicando, y eso no me gustaba por falso.
Un buen día resolví el problema: todos los personajes son gandallas, significa que no tienen compasión. Esa actitud les da sinceridad, es algo muy importante que permite conectar con el público.
El gran villano, Peter, decide comprar la hueva para el resto de su vida con sólo un negocio: casarse con la millonaria.
José Antonio Fernández: ¿Qué te dicen 7.2 millones de espectadores que vieron Nosotros los Nobles, rompiste todos los records de taquilla?
Gary Alazraki: Queremos vernos en pantalla, queremos tener una conversación con nuestro cine y encontrar una historia esperanzadora.
José Antonio Fernández: ¿Tienes pensado hacer Nosotros los Nobles 2?
Gary Alazraki: Me gustaría. La haré si logro escribir un guión que me convenza.
José Antonio Fernández: ¿Lucho es Pedro Infante?
Gary Alazraki: No, aunque podría serlo.
José Antonio Fernández: Pienso desde hace mucho tiempo que Cantinflas y Pedro Infante son los primeros dos súper hérores mexicanos de las películas? ¿Lo crees?
Gary Alazraki: Hace poco, en una clase de francés hicimos un ejercicio: nos pideron a personas de distintas partes del mundo que escribiéramos sobre nuestros súper héroes (por país). Los ingleses escribieron de Robin Hood y James Bond y los franceses de Los Tres Mosqueteros. Yo me pregunté: ¿Cantinflas y los luchadores son nuestros súper héroes?
José Antonio Fernández: Seguirás combinado la publicidad con el cine?
Gary Alazraki: Si el tiempo me lo permite, sí. Ahora se están abriendo las puertas de la televisión para realizar series.
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