Por José Antonio Fernández
Fernández
Para complementar esta entrevista, le recomendamos también consultar
otra entrevista con Epigmenio Ibarra.
También le recomendamos leer las siguientes entrevistas
de José Antonio Fernández con:
Ricardo
Salinas Pliego
Mario San Román
Esteban
Moctezuma
José Ramón Fernández
Pati
Chapoy
Jorge
Pickering
Max Arteaga
Elias
Rodríguez
Pedro
Torres
Joaquín
López-Dóriga
Carlos
Marín
Carlos Vasallo
Héctor Abadié
Ciro
Gómez Leyva
Denise
Maerker
Jorge
Volpi
Julio
Di Bella
Roberto
Kenny
Ernesto
Velázquez
Lidia
Camacho
José María Pérez Gay
Javier
Corral
Epigmenio Ibarra es el productor independiente más
importante de la televisión mexicana. Asociado con Carlos Payán,
exdirector del periódico La Jornada, y con Hernán Vera, experto
en manejo de cámara y postproducción, formaron la productora independiente
Argos.
Sus telenovelas, particularmente Nada Personal, Mirada de Mujer y La vida en el
espejo, han transformado el género de la telenovela en México. Ahora
se dice rápido y fácil, como si nada hubiera pasado, pero hace apenas
poco más de un lustro en México las telenovelas contaban historias
muy alejadas de la realidad cotidiana. Si bien presentaban divorcios, engaños,
abusos de poder y otros conflictos de alto impacto, es importante reiterar que
lo hacían como si esas historias pertenecieran sólo a unos cuantos
que tenían vida de telenovela. En cambio, lo que ha hecho Argos (Epigmenio-Payán-Vera)
es colocar a las preocupaciones de la sociedad de nuestro tiempo como protagonistas
de sus telenovelas. Mientras más se vinculan las historias con la realidad
del país, es mejor. Es la gran diferencia.
Epigmenio Ibarra fue durante muchos años corresponsal de guerra. Cuando
el conflicto armado de Chiapas tomó por sorpresa y trastocó la vida
de los mexicanos, Epigmenio entrevistó al Subcomandante Marcos y buscó
que se transmitiera el programa que contenía la conversación. Multivisión
abrió el espacio y la emisión fue transmitida. Marcos conmocionaba
e ilusionaba a los mexicanos. Con la difusión de esa entrevista Argos emprendía
el camino a la fama como una productora de televisión independiente reconocida
por su audacia. Epigmenio es un idealista.
José Antonio Fernández:
¿Qué pasó con Argos después de la transmisión
del programa en el que entrevistaste al Subcomandante Marcos?
Epigmenio Ibarra: Realizamos otro programa: Viaje al centro de la selva.
No pudimos transmitirlo por televisión, pero se nos ocurrió hacer
una proyección inusual: lo presentamos en el cine Las Américas,
de la ciudad de México. Equipamos a Marcos con un teléfono satelital
y yo le hice una entrevista en vivo (vía telefónica), frente a
2,500 asistentes a la sala, antes de iniciar la proyección y también
luego de que concluyó.
Seguridad Nacional y el Ejército pensaron que habíamos traído
a Marcos a la ciudad de México y que lo teníamos escondido. Durante
mucho tiempo fuimos sospechosos de haberlo hecho. Lo cierto es que le dimos
a Marcos un teléfono vía satélite.
Ese programa lo proyectamos en todos los estados de la República. Vendimos
más de 45,000 copias. Calculamos que la piratería vendió
muchas más.
J.A.F.: ¿Cómo te recontactas
con TV Azteca? (Epigmenio fue corresponsal de guerra de la televisora del Ajusco
desde que era Imevisión, y cuando transmitió la entrevista de
Marcos en MVS sus relaciones con TV Azteca desaparecieron).
E.I.: Se dio todo un proceso de acercamiento dentro de una coyuntura
que nos favoreció: cuando TV Azteca se relaciona con NBC se ven obligados
a presentar un video corporativo, una revista y una serie de documentos. Nosotros
(Argos) éramos la mejor opción para realizar ese trabajo interno.
Antes ya se había dado una labor de intermediación de Carlos Slim
con Ricardo Salinas Pliego, más otros acercamientos propiciados por distintos
lados.
En ese programa para NBC yo le hice una entrevista a Ricardo Salinas en su oficina,
lo que terminó por suavizar las cosas.
J.A.F.: ¿Con qué empezaron?
E.I.: Propusimos el programa Expediente 13 22:30, que es una idea original
de Verónica Velasco. Fue la primera emisión que tocó los
problemas de seguridad y justicia con seriedad y profundidad. La experiencia
fue extraordinaria para nosotros. Eliminamos al narrador y cada reportaje era
contado por los protagonistas. Desarrollamos nuestro concepto de cámara
orgánica, acercándonos de una forma muy singular a los hechos.
Y por la forma en la que estaba armado el programa, tuvimos la oportunidad de
entrar a hacer ficción. Todo esto nos enfiló a las telenovelas.
J.A.F.: ¿Cómo entras
a las telenovelas? Tú no eras productor de telenovelas, tu espacio eran
los reportajes relacionados con guerras y levantamientos.
E.I.: Para ese momento mucha de la gente que ya trabajaba con nosotros
venía de la ficción, o de la aspiración de hacer ficción.
Un buen día Ricardo Salinas Pliego visitó el foro del programa
Expediente y le gustó. Caminó por él, observó con
cuidado la escenografía y nos propuso que hiciéramos una serie
policiaca. Escribimos el corazón de la historia de Nada Personal y se
la presentamos a Ricardo Salinas, precisamente en el foro del programa Expediente.
Ahí desayunamos. Nos dijo que le gustaba la propuesta y que quería
100 horas. En ese mismo momento nos propuso que produjéramos una telenovela.
De él fue la idea.
J.A.F.: ¿Y qué le repondieron?
E.I.: Nosotros veníamos de ver telenovelas brasileñas y
venezolanas. No teníamos la noción de la telenovela como un medio
pueril, sino como un instrumento recreativo, informativo y transformador muy
importante. Nuestra respuesta inmediata fue: ¡órale!
En ningún momento tuvimos falsos pudores ni vergüenza por entrar
a las telenovelas. Lo que sí teníamos era un profundo desconocimiento
del cómo hacer el género, por lo que Hernán Vera llamó
a María Auxiliadora Barrios, que era productora de telenovelas en Caracas.
Ella lee la historia (original de Nada Personal), y sin más nos recomienda
contratar a José Ignacio Cabrujas.
Traemos a Cabrujas a México para que nos dé un seminario sobre
telenovelas. Nos pregunta por qué queremos hacer telenovelas. Le contamos
nuestras intenciones, y Cabrujas nos dijo: ustedes no lo saben, pero yo ya me
di cuenta que están llamados a revolucionar el género de la telenovela
en América Latina, y yo quiero ser parte de este esfuerzo.
Y agregó: se los digo porque es la primera vez que me siento a discutir
la historia de una telenovela con gente que ha vivido lo que quiere contar,
y no con ejecutivos que ponen unos cuantos millones de dólares en el
centro de la mesa.
A los tres días de entregarnos el primer capítulo, Cabrujas murió
de un infarto. Él nos enseñó, por eso ahora vamos a inaugurar
el Centro de Desarrollo Literario José Ignacio Cabrujas.
J.A.F.: Quisiera recapitular un poco:
¿por que dices que ustedes tenían la experiencia de la telenovela
brasileña y venezolena?
E.I.: Porque en la guerra en El Salvador y en Nicaragua lo único
que podíamos ver eran las telenovelas de esos países. Era el único
medio de entretenimiento, porque ahí estaba prohibido el cine.
Ahí vi capítulos de telenovelas como Roque Santeiro, Pantanal,
La esclava, El bien amado y Agosto.
En esas novelas el estilo de actuación es totalmente natural, los diálogos
son inteligentes, y la historias, pese a la formación política,
ideológica y sentimental de cada quien, nutren porque hablan de la vida.
Y por otro lado, como siempre hemos sido estudiosos de la comunicación
y a la vez buscadores de producciones que tengan alto impacto en la televisión
(como la entrevista con Marcos), nos llamó mucho la atención la
telenovela venezolana Por estas calles. Esa novela acompaña, acompasa
y acentúa el deterioro de un régimen.
Con estos antecedentes que te comento, comprenderás que cuando nos propuso
Ricardo Salinas realizar una telenovela, de inmediato le dimos la bienvenida
a la propuesta.
J.A.F.: En vez de encerrarse para
hacer televisión o simplemente encargar un guión, en Argos abren
ventanas y puertas y piden consejos a quienes están cerca de ustedes.
Sé que consultan y escuchan desde el chofer de Payán hasta a García
Márquez y Carlos Fuentes. ¿De dónde viene el método?
E.I.: Tiene que ver con la guerra y con la experiencia de Payán.
Él no tiene escritorio, trabaja y recibe gente en una mesa. Yo atiendo
a todo mundo en esta sala. Nosotros hacemos las cosas conversando con la gente.
Payán armaba La Jornada en medio de discusiones colectivas. Nosotros
trabajamos aquí atendiendo preocupaciones de todo el equipo y pensando
en qué dirección debemos caminar.
Aquí el debate es una norma.
Cuando tú construyes telenovelas en donde los personajes deben tener
sobre todo credibilidad, te expones a la crítica de propios y ajenos.
Cuando hay inconsistencias todo mundo tiene algo qué decir, y entonces
es cuando se da la creación colectiva, donde el chiste es saber escuchar
y saber dirigir.
J.A.F.: ¿Argos tiene una política
de contenidos para sus telenovelas?
E.I.: La regla es producir cosas que nos satisfagan profundamente.
J.A.F.: ¿Qué significa
que los satisfagan?
E.I.: Muchas veces he dicho que venimos de la guerra y que allá
aprendimos la muerte, y que hoy queremos celebrar la vida. Hoy deseamos que
nuestras telenovelas se acerquen a lo que pensamos de la vida. Queremos poner
un espejo en el televisor para que la gente se vea a sí misma y mire
al país. Creemos que la vida debe ser contada sin tapujos.
J.A.F.: ¿Cómo lograron
el financiamiento de su primera telenovela?
E.I.: Fue de Azteca y también nuestro, en el sentido de que nosotros
sacrificamos utilidad por calidad. Hasta el momento, los éxitos de pantalla
no se han reflejado en éxitos financieros para nosotros. Sin embargo
hemos ganado el derecho de ser, y hoy somos una realidad. Tenemos unidades móviles,
foros y salas de edición y postproducción, y no entendemos a Argos
como una fórmula de enriquecimiento personal. Nuestros márgenes
de utilidad son ridículos, pero hoy somos. No existía la producción
independiente en la televisión mexicana (porque una cosa es producir
dentro de TV Azteca y otra, muy distinta, lo que nosotros hacemos).
J.A.F.: ¿Ustedes le vendían
las telenovelas a TV Azteca?
E.I.: Claro. Nuestra infraestructura pesa sobre nuestros hombros.
J.A.F.: ¿TV Azteca les pagaba
por paquete completo?
E.I.: Capítulo por capítulo.
Hicimos un trato en el que propusimos cobrarles costo cero. Yo le dije a Ricardo
Salinas que en México es común que se inflen todos los rubros
de la producción (porque es mal pagada). Le ofrecí un presupuesto
absolutamente transparente para llegar a lo que llamamos costo cero: cada telenovela
cuesta lo que tiene que costar, ni un peso más. No hay nada de ficción
en los presupuestos, ni mentiras ni costos inflados artificialmente. Nuestra
utilidad es clara y vamos contra comportamiento de rating.
Esto es una gran revolución en la televisión.
J.A.F.: ¿Ganan más si
hay rating?
E.I.: Alineamos nuestros intereses con los de TV Azteca. Si a ellos les
va bien, a nosotros también.
J.A.F.: ¿Cuál ha sido
su telenovela más exitosa?
E.I.: Mirada de mujer llegó a tener 29 puntos de rating. Te doy
este dato: cuando se transmitían por TV Azteca en el mismo horario Mirada
de mujer y Se vale soñar, lograban un share de 52% (juntos).
J.A.F.: ¿Y la de menor rating?
E.I.: Tentaciones anduvo en un promedio de 7 puntos.
J.A.F.: ¿Y la telenovela Todo
por amor?
E.I.: Pensamos que la muestra de rating más equilibrada es la
que aglutina al público A, B y C. Bajo estos parámetros, la telenovela
Todo por amor alcanza hasta 19 puntos.
J.A.F.: ¿Cómo es tu
relación con Ricardo Salinas?
E.I.: Siempre ha sido muy buena. Difícil, sólo con los
dineros.
J.A.F.: ¿Alguna vez Ricardo
Salinas les ofreció alguna vicepresidencia en TV Azteca?
E.I.: Nunca. Y además la diferencia ideológica siempre
nos hizo trabajar cerca pero lejos. Pensamos y procedemos en forma distinta.
J.A.F.: ¿La pelea de Argos
es por el contenido?
E.I.: En la televisión forma es contenido. Son
inseparables. No hay justificación alguna para que la imagen no tenga
calidad y fuerza.
Partimos de un supuesto, citando a Toscano: si estás filmando la historia
de cada día estás haciendo algo muy importante, y por lo mismo
debes pulirte al máximo en la creación o captura de las imágenes.
J.A.F.: ¿Qué papel juega
el público en todo lo que ustedes hacen?
E.I.: Somos una mirada en busca del otro, sin el otro no somos nada.
Si tenemos rating somos, y si no conseguimos rating, no somos. Debemos tener
un rating superior a la media de TV Azteca.
No pensamos que el público sean los jodidos. El auditorio tiene derecho
a informarse y a entretenerse. El público mexicano es adulto e inteligente
con capacidad para apreciar lo que tiene calidad.
J.A.F.: ¿Argos gana dinero
por la venta de sus telenovelas en el extranjero?
E.I.: Firmamos contratos en los que expresamente renunciamos a todos
los derechos sobre la obra. Hay novelas nuestras que TV Azteca promueve en el
exterior que ya no llevan ni nuestro crédito. Si tú abres la página
en internet de TV Azteca y consultas la ficha técnica de Todo por amor,
podrás observar que el crédito de Argos no existe.
Un poco la razón de nuestra salida de TV Azteca fue que Argos tenía
un status más de maquiladora que de productora independiente. Nuestra
salida es un paso natural hacia la verdadera independencia. Así como
en un primer tiempo tuvimos una situación desventajosa, y en un segundo
momento renunciamos a todos nuestros derechos, ahora nos toca enfrentarnos a
un reto mayor: financiar nuestros contenidos y ser dueños de los derechos.
J.A.F.: ¿Hoy ya no están
casados con TV Azteca?
E.I.: Ya no estamos casados.
J.A.F.: ¿Qué hacer ahora?
E.I.: Debemos cambiar las condiciones de contratación. Tenemos
que proteger nuestros derechos. Buscamos un cambio en nuestra relación
con TV Azteca y con las demás cadenas. Hoy Argos se constituye formalmente
como una productora de contenidos que mantiene como inalienables sus derechos
autorales. Nosotros venderemos nuestras producciones para que las pasen dos
ó tres veces, y si se interesan en pasarlas nuevamente al aire deberán
comprarlas otra vez.
J.A.F.: Lo que me dices es justo lo
que hacen las productoras en Estados Unidos y Europa.
E.I.: Ahora que vino el señor Jim Mc Namara de la cadena Telemundo
de Miami, me dijo que se asombraba por las condiciones en las que trabajamos
los productores independientes en México. Nosotros hicimos ya un contrato
con la cadena Telemundo en el que ponemos talento, trabajo y costo cero y ellos
el financiamiento económico, y ambos explotaremos las obras en el mundo.
El contrato que nos hicieron no es especial, así negocian siempre. Mc
Namara tendrá el control de las telenovelas en su territorio (Estados
Unidos, Puerto Rico y Dominicana), pero ahí también nuestros derechos
obtendrán beneficios.
Yo pienso que la industria de la televisión en México tiene la
estructura de una vieja hacienda. Y esto tiene que ver con el ego y la concepción
del negocio como una propiedad personal inalienable donde manda un gran patrón.
Pero la industria de las telecomunicaciones es más plural hoy en el mundo.
Ricardo Salinas tomó una gran decisión cuando nos dijo: produzcan
ustedes (y no nos ofreció cargos ni puestos). Lo que hoy nosotros le
pedimos a Ricardo Salinas es que consecuentemente con esa decisión que
tomó, diga: si ya dieron el paso, ahora les voy a comprar sus programas
y telenovelas como compro series y producciones a los extranjeros.
J.A.F.: Ustedes le sumaron éxitos
a TV Azteca (hoy todo mundo sabe quien es TV Azteca y mucho menos gente conoce
a Argos).
E.I.: Es parte de nuestra lucha. Nosotros lo que le pedimos a TV Azteca
es el privilegio elemental de ser lo que somos. Tenemos derecho a sobrevivir,
de otra manera en poco tiempo tendríamos que vender todo y cada uno de
nosotros salir a tocar puertas para pedir trabajo. Y esto me parece que es ir
contra la historia. Este país se merece más de dos versiones (que
la de Televisa y de TV Azteca).
J.A.F.: ¿Ya hicieron ustedes
la revolución de los contenidos y ahora plantean la revolución
de la relación laboral de las cadenas con las productoras independientes?
¿Así es?
E.I.: La relación laboral la cambiamos en parte con el asunto
del costo cero y nuestra forma de operación. Pero nos falta el cambio
verdadero, que son los derechos autorales. Debe quedar claro quién produce
y quién distribuye, tal y como está en el mundo. Que los canales
conserven ciertas áreas de producción interna, pero además
establezcan relaciones con productores externos (independientes).
J.A.F.: ¿Rompen con Ricardo
Salinas en algún momento?
E.I.: No hemos podido hablar con Ricardo. Todo ha sido a través
de sus ejecutivos. Yo a Ricardo sólo le tengo aprecio y reconocimiento,
no sé con exactitud lo que piense.
J.A.F.: ¿Cuál es el
panorama hoy para Argos?
E.I.: Hoy no sólo producimos telenovelas. Hacemos cine, teatro,
comerciales, videoclips, noticias, series y telenovelas. Realizamos programas
para Disney y Discovery. Y acabamos de establecer un contrato con la cadena
Telemundo para producir nueve telenovelas en tres años. Además
preparamos proyectos con Televicine.
J.A.F.: ¿Y su relación
con TV Azteca?
E.I.: Nosotros llegamos a producir 5 horas de televisión diariamente,
y ahora sólo les hacemos una hora al día. No podemos vivir trabajando
exclusivamente para TV Azteca, es imposible.
En el 2001 les tocaremos la puerta para venderles telenovelas para que las exhiban
y ellos decidirán si las compran.
J.A.F.: ¿Por qué se
deterioró su relación con TV Azteca?
E.I.: Porque como dice Elisa Salinas: sus estructuras están sobradas
(y quizás consideren que es mejor así porque les sale más
barato).
J.A.F.: ¿Carlos Slim es socio
de Argos?
E.I.: Sí, a través de fondos de inversión.
J.A.F.: ¿Cómo se relacionan
los guerrilleros de la televisión con el hombre más rico de México?
E.I.: Con mucho respeto. Tenemos consejeros muy importantes. Operamos
con toda libertad
|